Colo Colo no tiene festival

Pablo Morales-Aníbal Mosa

El productor televisivo que llevaba las estrellas a Viña no logra cerrar refuerzos para el club albo. Históricos claman porque devuelvan a alguien de fútbol la gestión.



Traer a Ricardo Arjona y Cat Stevens a Viña del Mar resultó, finalmente, más fácil que encontrarle un volante central a Colo Colo. Por estos días, el club albo tiene al frente de su política de fichajes al productor que amarraba las estrellas para el Festival, Pablo Morales, pero su eficacia negociadora en el ambiente musical ni se acerca a la que está exhibiendo en las contrataciones futbolísticas. Al campeón sigue sin llegar nadie, salvo el arquero iquiqueño Brayan Cortés.

Morales, director y miembro de la comisión de fútbol de Blanco y Negro, ya escuchó la comparación de boca de un ex director cuando recomendó, en 2015, que lo que necesitaba el club albo eran fichajes mediáticos, con glamour y mercadotecnia. "Esto no es el Festival", le enrostraron aquella vez. Y efectivamente, a la vista de los resultados, ni se parece. Pese a la presión de Pablo Guede y la exhibición permanente de enojo y amagos de fuga, al plantel sólo ha arribado a estas horas un meta suplente, en el papel.

El técnico está nervioso e inquieto desde fines del año pasado. Le prometieron un plantel reforzado para el inicio de la pretemporada, lo que a estas alturas es casi anecdótico. "Contento no está", reconoció el propio Mosa. Los aficionados también están preocupados. Se ilusionaron con Matías Fernández, Lucas Barrios y Carlos Carmona, pero no ha pasado nada. Con respecto a este último, los albos pretenden que Gerardo Martino, su DT en el Atlanta United, lo deje partir como jugador libre pese a que le quedan dos años de contrato. Casi una ingenuidad. Y es que la billetera del Cacique está en problemas hace rato.

No sólo Guede y los hinchas están molestos, también los históricos del club, que ven con extrema preocupación cómo se acerca la Copa Libertadores de América y las incorporaciones brillan por su ausencia. Por lo mismo, sus dardos apuntan al rol negociador de Morales, amigo íntimo de Aníbal Mosa, presidente de ByN, y también de Paredes. "Como estuvo en el mundo del espectáculo cree que el fútbol es igual que los cantantes y las orquestas que traen de cualquier lado. Lo ideal sería que un ex jugador fuese el puente entre el técnico y el directorio para decidir cuáles son los jugadores que necesitamos. Hoy no está ese hombre", señala Humberto Cruz, dos veces campeón con Colo Colo (1963 y 1970) y tercero en el Mundial de 1962.

Leonel Herrera Rojas, cinco veces campeón nacional con el Cacique (1970, 1972, 1979, 1981 y 1983) apunta que el problema del actual monarca es que sus administradores no saben de fútbol. "A Pablo Morales lo conozco de vista. No es un hombre de fútbol. En Colo Colo tiene que haber conocimiento. Es un equipo de fútbol, no otro tipo de cosas. Hay que tener genta que sepa. El mismo Jaime Pizarro estuvo en esa instancia y duró poco. Ahora tienen a Raúl Ormeño, pero no sé para qué lo tienen, no le dan bola. Los llevan sin ninguna autoridad. A Mosa sólo le interesa comprar barato y vender caro. Si funcionamos de esa manera es imposible conseguir logros a nivel internacional", fustiga Chuflinga.

El Chita advierte de que en ByN no quieren tener un director deportivo y que la crisis de los fichajes también es culpa de Guede. "Se ve que el técnico es introvertido, no deja que se metan en su trabajo, da sus ideas y sólo lo habla con el presidente. No le traen refuerzos y permite que le manden a préstamos a dos delanteros para potenciar a un rival clásico. No entienden nada. No hay estrategia. Mosa sabrá mucho de negocios y de mariscos, pero de futbol no. No quieren tener un director deportivo porque son encaprichados. Es preocupante. Viene la Libertadores y si se van cortados a la primera se les va a venir la noche a Guede y a Mosa", concluye el ex defensa.

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