Colo Colo se tiene fe

El de hoy ante Delfín es un duelo sin margen para errores ni especulaciones. Ante los ecuatorianos será un compromiso cargado de presión para Colo Colo, donde sólo sirve la victoria para mantenerse con opciones de avanzar a los octavos de final de la Copa Libertadores.

Apenas tres días de los siete que lleva a cargo de los albos tuvo Héctor Tapia para preparar el pleito ante el Cetáceo. Tres días para enfrentar su primera final dirigiendo al Cacique, la que debe ganar para ir despejando las dudas que dejó entre los hinchas albos el funcionamiento del equipo frente a Curicó, donde obtuvo un empate paupérrimo.

Tapia sabe que hoy tiene una oportunidad importante para plasmar su sello y establecer diferencias importantes con su antecesor. Sin embargo, coincide con Pablo Guede en un punto a la hora de planificar el encuentro. Tito también apela al factor emocional, a resaltar las virtudes de sus jugadores, al mentado orgullo colocolino. "Lo importante es que salgan a la cancha y defiendan bien la historia del club, que salgan satisfechos y que su gente que vea por televisión se sienta orgullosa. Si entregan eso, por la calidad que tienen, es difícil que un equipo nos gane", arengó en Manta el DT albo.

Pese al discurso de Tapia, desde su llegada, y aunque pueda parecer prematura la evaluación, existe una disociación entre el discurso y la acción. Las frases optimistas y de buenas intenciones, por ahora sólo se quedan en eso, en frases. En la cancha, Colo Colo no muestra un cambio de estilo, ni mucho menos se ha visto el regreso del fútbol ofensivo que tanto esperan sus hinchas.

Héctor Tapia y sus jugadores saben que hoy no habrá espacio para excusas. Ni la humedad de Manta, ni el alza del Delfín en la liga local son recursos para justificar un nuevo revés en la Copa Libertadores.

El Cacique cuenta con su última bala, y no puede desperdiciarla. Tito ya tomó la decisión de apoderarse del balón desde el pitazo inicial y dispuso un mediocampo nutrido, y con Esteban Pardes como único delantero.

La apuesta del DT de Colo Colo es controlar el partido con Jorge Valdivia y Jaime Valdés, para provocar la movilidad permanente por las bandas de Opazo y Pinares. La idea es que Paredes no se desgaste y trate de quedar en posición de gol la mayor cantidad de veces posible. Tito se la juega por un esquema inédito, donde privilegió la experiencia del plantel por sobre la juventud.

La presión se siente en el Cacique, pero no la eluden. Esteban Paredes se hace cargo de lo que tienen por delante. "Tenemos que asumir la presión. Hay gente muy experimentada, sabemos lo que es la Copa y lo que será este partido tan importante, así que saldremos a ganar, eso es lo que necesitamos", destacó el delantero.

El mismo Paredes admitió que ante Delfín no sirve empatar. "Estamos conscientes de lo que tenemos que jugarnos. Solamente nos sirve el triunfo. Nosotros venimos con las expectativas muy altas", agregó Visogol, quien pretende continuar con su racha goleadora.

Colo Colo se jugará ante el Delfín la carta más importante en lo que va de Copa. Nunca estuvo en los cálculos albos un escenario tan complejo ante un rival que en el papel parecía el más débil. Los blancos juegan contra sus propios fantasmas y contra un rival que viene crecido en la competencia local.

Héctor Tapia sabe de victorias en el extranjero. Por lo mismo, en esta oportunidad apeló al aspecto emocional de sus jugadores, quienes aún sueñan con borrar los 11 años de frustraciones coperas.