Córdova ya tiene una vuelta

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Tras ser sindicado como el técnico del futuro, el talquino no había cosechado buenos resultados en el puerto. En ese contexto, logra el primer título de su carrera.



Nicolás Córdova tuvo su revancha. El entrenador de Wanderers venía siendo criticado. Alguna vez sindicado como el técnico del futuro después de su gran campaña con Palestino, el mal rendimiento en la última parte de su proceso con los árabes y tener a Wanderers peleando por salvarse del descenso, le estaban sacando esa etiqueta.

De hecho, antes de este partido, había ganado sólo cinco encuentros en sus cuatro meses en la banca caturra. Por eso, este triunfo le significa al exfutbolista sacarse un gran peso de encima. Él lo sabía. Así lo evidenció tras su primer título como entrenador, en conferencia de prensa.

"Me tomo esto con mucha calma, como todas las cosas en mi vida. Cuando vas dando pasos certeros, te demoras un poquito más, pero logras los objetivos. Ha sido un regalo lo que me ha pasado en estos meses, independiente de lo que he vivido. Las cosas que hemos pasado me han ayudado mucho como entrenador y persona", declaró.

Pese al logro, sin embargo, el entrenador lucía calmado y para nada conforme. La posibilidad de descender aún lo atormenta. "Ha sido un semestre con una dualidad que es jugar Copa Chile y el Transición y en circunstancias que generan muchas más confianza y menos temor, porque si perdíamos en una fase anterior no pasaba nada. Creo que jugando a este nivel deberíamos tener muchos más puntos de los que tenemos en el Transición", dijo, sin siquiera ser consultado por su peligrosa situación en el campeonato nacional.

Esa calma se contradecía con su actitud durante el partido. Desde el momento en que empezó, no estuvo tranquilo, ni cuando su equipo ganaba 0-3. Mientras algunos ya reían y se abrazaban en su banca, Córdova seguía repartiendo instrucciones. Sólo se relajó cuando vio que Eduardo Gamboa le pidió la pelota a Gabriel Castellón para finalizar el encuentro. En ese momento, por primera vez en toda la tarde penquista, sonrió. Empezó a caminar hacia el centro del campo y en su trayecto los jugadores caturros lo buscaban para abrazarlo, como durante todo el festejo en el Ester Roa. De hecho, la conferencia del técnico wanderino se dio por finalizada cuando Castellón y compañía irrumpieron con champaña y gritos de "Dale, Campeón". Empaparon a su DT, otra vez, Antes, en la cancha lo habían hecho con un gran balde de bebida isotónica.

Cuando la tarima ya estaba dispuesta para la entrega de la copa, el entrenador hizo pasar a todo su cuerpo técnico antes que él. Entre ellos, Sebastián Miranda, su primer ayudante, quien reveló: "Córdova está muy contento. Trabajamos mucho y ha sido un semestre duro. Somos técnicos jóvenes y trabajamos mucho".

Después, Jorge Lafrentz, el presidente, que abrazó y felicitó a Córdova, siguió con los elogios: "Planteó un gran partido. No todos los días se juega así de bien, así que hay que disfrutarlo. Tiene contrato hasta 2019 y estamos muy contentos con él".

Declaraciones eufóricas que contrastan con la mesura de Córdova, pues el otro objetivo, de mantenerse en Primera División, aún no está cumplido.

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