El drama de Gigi

Buffon

La eliminación de Italia duele por su extraordinario arquero, que pretendía en Rusia 2018 retirarse a lo grande; lo merecía su trayectoria.



Buffon no lo podía creer: Italia fuera de un Mundial tras 60 años. El empate sin goles ante Suecia eliminó a la Azzurra en el mismísimo San Siro de Milan. Un batacazo gigante el de los suecos, ante una Italia mediocre, sin ideas, sin chispa y carente de la categoría necesaria para ganarse en la cancha la clasificación a la Copa del Mundo.

Tras el pitazo final todas las miradas recayeron sobre el portero. Como tantas veces, dio la cara de inmediato y enfrentó a las cámaras pidiéndole perdón a los hinchas. Entre lágrimas, el capitán de la Azzurra intentó explicar lo que sentía en medio de su propia tragedia personal. Porque la eliminación del equipo del técnico Ventura duele, y no por Italia, sino por Gigi, por Gianluigi Buffon, el extraordinario arquero que pretendía en Rusia 2018 retirarse a lo grande, tal como merecía su increíble trayectoria en el arco.

Los números de Buffon son impresionantes: a los 39 años tiene más de mil partidos como profesional, defendiendo las camisetas del Parma, la Juventus y la selección italiana, con la que jugó 174 duelos (récord absoluto para el fútbol italiano). Ganador de siete scudettos en el calcio y del Mundial de Alemania 2006 con su selección, la eliminación ante los suecos lo privó de convertirse en el primer futbolista en estar en seis copas del mundo (tiene cinco, como el arquero mexicano Antonio Carbajal y el alemán Lothar Matthaus). Además, no podrá emular a Dino Zoff, quien defendió el arco italiano con 40 años de edad en el título de España 82.

Las tres finales perdidas de Champions League con la Juve constituían su pena futbolística más grande, pero lo ocurrido en San Siro ante los suecos parece peor, e injusto para lo que debía ser el final perfecto en la carrera del arquero.

Buffon no podrá estar en Rusia, ni despedirse a lo grande, ni seguir batiendo récords. Responsables hay muchos: el técnico Ventura, los dirigentes, la pérdida de categoría del torneo italiano en los últimos años y así, explicaciones sobran.

Lo concreto es que a diferencia de lo que ocurrió en Alemania 2006, cuando al portero lo acompañaron cracks como Fabio Cannavaro, Andrea Pirlo, Alessandro Del Piero o Francesco Totti, hoy la falta de categoría del combinado italiano era evidente. Con Buffon no bastaba, no podía hacerlas todas. Por más que en los últimos minutos subió al área rival a buscar el milagro ante los suecos. Pero no se pudo. Una pena por Gigi, una lástima por el fútbol.

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