Everton cae ante O'Higgins y sigue hundiéndose en la tabla

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Los viñamarinos tuvieron un jugador más desde los 44' por expulsión de Maximiliano Salas. Miguel Pinto fue figura en el arco rancagüino.



EVERTON 0 - O'HIGGINS 1

Everton: Toselli 5; Orellana 5 (46', Bueno 5 ), Alucema 4 (75', Concha 4 ), Suárez 5, Zuñiga 5; Rodríguez 5, Venegas 4 (63', Sánchez 5 ), Ochoa 5, Rivera 5; Ramos 3, Ponce 4. DT: J. Torrente 4

O'Higgins: Pinto 6; Márquez 5, Alarcón 5, Acevedo 5 (75', San Juan 5), Cereceda 5; Oroz 5, Fuentes 5, Muñoz 5 (46', Sepúlveda 5 ), Salas 5; Vera 5; Calandria 5 (65', Hormazabal 5 ). DT: J. Larriera 6

Goles: 0-1, 5', córner de Oroz que conecta con la cabeza Acevedo a la derecha de Toselli.

Arbitro: C. Deischler 2. Amonestóa Calandria y Cereceda (O). Expulsó a Salas a los 44' (O).

Estadio Sausalito Asistieron 2.000 personas, aprox.

La injusta expulsión de Maximiliano Salas a los 44' le creó una pesadilla a O'Higgins, que a los 5' se encontró con la ventaja luego de que Acevedo se anticipara a todos los defensores de Everton y conectara un cabezazo a la derecha de Toselli.

El otrora arquero de la Universidad Católica tuvo un amargo regreso al fútbol chileno, ya que en la primera llegada al arco le convertieron un gol. No tuvo culpa, pero el peso lo llevó durante todo el partido. Para su suerte, tras el tanto su equipo tomó las riendas del partido y se fue con todo en busca del empate.

Es que ya incluso antes de la roja a Salas O'Higgins había dado por perdido el balón, tanto por pecado propio como por la pericia de los ruleteros. La propuesta futbolística marcada al ataque por Torrente no se destaca por su pulcritud ni deslumbra por sus goles, pero sí expresa una intención distinta a lo que los viñamarinos venían mostrando con Pablo Sánchez. El problema es que si no se cuenta con los ejecutores adecuados toda aproximación cae en lo inútil.

Los locales llegaban con facilidad por las bandas y los centros siempre buscaban a Ramos, su principal carta de ataque. El delantero, no obstante, tuvo una de sus peores noches. No le atinó a nada. Con tiros imprecisos y débiles desperdició cada pelota caída a sus pies. El entre delantero y portero lo ganaba Pinto por creces.

En la otra vereda, los rancagüinos cuidaban la ventaja y no visitaban la portería del ex del Atlas. Tampoco tenían con qué, fallando en cada intento de contragolpe o conexíón con Calandria, perdido en zona enemiga.

Cuando terminaba el primer tiempo llegó el error de Deischler que condicionó el partido y agregó otra mancha al presente del arbitraje chileno: expulsó injustamente a Salas por quitarse de en medio con demasiado ímpetu a un rival. O'Higgins se quedaba con uno menos y las condiciones se daban para que Everton remontara el resultado y pudiese aspirar a su segundo triunfo en el torneo, el primero de local.

"Vamos a intentar ser los mejores de esta rueda", señalaba el DT de Everton en la previa del partido. Con lo mostrado en el complemento las dudas ante esa afirmación surgen sin remedio. Porque además de la incapacidad para empatar el partido, no mostró el ímpetu del primer tiempo y su juego se diluyó tanto que la visita nunca pasó un susto serio. Ramos seguía fallando todo, y Pinto tapando lo que le llegaba. Cerca del final un penal claro para Everton por mano en el área no se cobró: fue la última esperanza.

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