Histórico capitán del Ballet Azul: "Venden la pomada y después comparan a los jugadores con los del Barcelona... Estamos haciendo el ridículo"

GUILLERMO HOYOS

Sergio Navarro apuntó sus críticas a Guillermo Hoyos y dijo, además, que ni una victoria en Brasil por Copa Libertadores borra la vergüenza sufrida por la derrota 6-1 ante Unión La Calera.



La derrota 6-1 ante Unión La Calera caló hondo en Universidad de Chile. El técnico y los jugadores que se atrevieron a dar la cara tras la caída, centraron su discurso en ofrecer disculpas a la gente por el papelón sufrido sobre el césped sintético del municipal de Quillota. Nadie lo podía creer. Por lo mismo, los propios protagonistas se declararon sorprendidos por lo ocurrido en la Quinta Región interior y expresaron su anhelo de dar vuelta la página lo antes posible, con la idea de centrar los esfuerzos en el choque de este jueves ante Cruzeiro en Belo Horizonte, válido por la cuarta fecha de competencia del grupo E de la Copa Libertadores, clave para las aspiraciones azules de avanzar a los octavos de final del torneo continental.

Pero la página es muy pesada como para pasarla con facilidad. Eso al menos cree uno de los mayores referentes del club, Sergio Navarro, histórico capitán del Ballet Azul. El otrora lateral izquierdo se mostró profundamente molesto por lo acontecido ante los caleranos y dijo que ni un triunfo en Brasil maquilla la vergüenza. "Ganar en Brasil no salva esto. Estas cosas no se olvidan. Van a pasar años y a los hinchas les seguirán sacando en cara esta derrota", expresó en diálogo con radio Cooperativa. "En el año 1961, Millonarios nos goleó 6-1 y la verdad es que eso es imposible de olvidar. Esa derrota no se me olvida mientras viva", añadió.

En tanto, criticó el accionar de Guillermo Hoyos y cuestionó su determinación de alinear un equipo alternativo frente a los cementeros. "Uno no se explica lo que pasó. ¿El entrenador no puso a todos los jugadores porque están cansados? ¿Acaso están subiendo el Himalaya?", inquirió el histórico exfutbolista. "Un jugador profesional puede jugar cada tres o cuatro días... No nos vendan más la pomada. Venden la pomada y después comparan a los jugadores con los del Barcelona... Estamos haciendo el ridículo", sentenció el otrora seleccionado nacional, tercero del mundo con la Roja en 1962.

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