Jarry rompe otra barrera

Jarry

El número uno nacional logró su primer triunfo en un Masters 1.000 y ahora enfrentará nuevamente al argentino Diego Schwartzman (16º).



Diecisiete días después de su último partido, aquella recordada derrota en la final del ATP de Sao Paulo ante Fabio Fognini, Nicolás Jarry volvió a una cancha. Esta vez en el cemento del Masters 1.000 de Miami, en su segunda aparición, donde buscaba su primera victoria en un torneo de esta categoría. Al frente, el ascendente británico Cameron Norrie (105º), de destacada trayectoria en el tenis universitario estadounidense, donde fue compañero de otro chileno, Guillermo Núñez.

En un principio, eso sí, el rival iba a ser el argentino Federico Delbonis (67º). Sin embargo, su baja de último minuto, por problemas musculares, modificó los planes y le dio paso a Norrie, quien había superado con éxito las rondas clasificatorias del torneo.

La cancha uno del Crandon Park se convirtió en el escenario del duelo, que estuvo adornado por una gran cantidad de hinchas chilenos, haciendo recordar las épocas gloriosas de Marcelo Ríos, Fernando González y Nicolás Massú. De hecho, este último era uno más alentando a la mejor raqueta nacional.

El partido comenzó con ambos manteniendo sus servicios y con gran cantidad de winners y también de errores no forzados del chileno (37 y 33, respectivamente). En definitiva, el destino del partido pasando exclusivamente por su juego y no por el del zurdo europeo.

A ello, también había que sumar el viento, que complicó la correcta ejecución de los tiros del pupilo de Martín Rodríguez, especialmente de su derecha, que en más de un momento quedó desbalanceada. Aun así, cada vez que se vio apremiado por las circunstancias, salió de las dificultades con un tiro ganador o con un potente servicio.

A pesar de haber tenido chances de quebrar e, incluso, de quedarse con el set, todo se definió en el tie break, donde Norrie no aguantó la presión y terminó cediendo el desempate, por 7-3, con una doble falta.

De ahí, el partido adquirió un rumbo mucho más amable para el criollo, quien comenzó a sentirse bastante cómodo, lo que le permitió explotar con mayor facilidad las falencias del nacido en Johannesburgo (de padres británicos), quien sufrió muchísimo con la potencia de Nico.

Con la moral bien alta, todo lo contrario a su rival, el uno chileno logró un rápido quiebre en el tercer juego y encaminó el duelo a un seguro triunfo, con puntos muy lucidos y grandes muestras de jerarquía. Un nuevo rompimiento hizo que su adversario terminara desbordado y sin encontrar soluciones. Así, un revés a la red terminó con el destino del match, que se cerró con un rotundo 6-2. De fondo, el infaltable "ceacheí".

Nico sigue rompiendo barreras. Su victoria llega ocho años después de la última de un chileno en un Masters 1.000, cuando Fernando González derrotó al argentino Juan Mónaco, también en Miami.

En la segunda ronda, Nico enfrentará al argentino Diego Schwartzman (16º), en otro anticipo de la serie de Copa Davis, que se disputará en San Juan el 6 y 7 de abril. El último antecedente entre ambos ocurrió hace un mes, en las semifinales de Río de Janeiro, y favoreció al transandino. Esta vez, sin embargo, las condiciones son distintas y el Príncipe sueña con dar una sorpresa.

Y si bien el resultado de ayer fue muy positivo, las conclusiones lo son todavía más, pues Jarry logró adaptarse en un escenario de importancia mundial y ratificar todo lo bueno que había hecho jugando en arcilla este año. Y los números entusiasman, ya que este año sólo en el Abierto de Australia perdió en el debut, una clara señal de que esta temporada está siendo la más importante de su incipiente carrera.

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