Jarry suelta otro rugido

Nicolás Jarry
Foto: EFE.

El tenista nacional vence en dos sets al uruguayo Pablo Cuevas (33°) y accede a semifinales del ATP carioca. Ahora enfrentará al argentino Diego Schwartzman (23) en un imperdible adelanto de la Copa Davis.



La irreverencia y la rebeldía son dos de las características más inherentes de los jóvenes. Ahora, si esto lo llevamos a una cancha de tenis, los resultados pueden ser maravillosos. Tan maravillosos que por primera vez en muchos años el deporte que más alegrías le ha dado a Chile vuelve a ser tema de conversación por los buenos resultados de sus representantes y no por los papelones de algunos de sus dirigentes o ex jugadores.

Ayer en Río de Janeiro, Nicolás Jarry (94º) no sólo demostró que se puede ser rebelde e irreverente con 22 años, sino que lo suyo ya no es una casualidad. Que quedaron atrás esos nerviosos días en los que sucumbía en los grandes escenarios producto de la ansiedad.

Ese convencimiento en su juego, como señala Martín Rodríguez, su entrenador, le está permitiendo sacarles mucho margen a sus rivales. Eso pasó con el siempre complicado Guillermo García López (67º), se repitió con Albert Ramos (19º) y ayer volvió a ocurrir con el uruguayo Pablo Cuevas (33º), uno de los jugadores más completos y de mayor oficio en el circuito. Y, por lo mismo, era el rival al que la principal raqueta nacional quería enfrentar.

El charrúa, de 32 años, amenazante como siempre, representaba un desafío mayor. Pero fue él quien terminó sufriendo con cada tiro del Príncipe. Por momentos, parecía que el oriental lograba controlar al chileno. Sin embargo, éste reaccionó cada vez que estuvo en problemas. Y lo hizo muy bien, con temple, y apoyado en un servicio que siempre lo sacó de apuros. Así, en el quinto juego del primer set salvó tres puntos de quiebre. Luego, cuando vio que por fin se le presentaba la oportunidad de ganar el parcial, en el duodécimo juego, atacó sin piedad a su desconcertado adversario.

La cancha, algo pesada por la humedad, terminó favoreciendo a Jarry, ya que le permitió preparar un poco más los golpes. De hecho, una estadística clara fue el promedio de velocidad de los tiros. Mientras el uruguayo marcaba 118 kilómetros por hora, el santiaguino impactaba a 139.

En el segundo parcial, Cuevas comenzó a desesperarse. Lanzó la raqueta peligrosamente hacia arriba y después gritó. Estaba atrapado y prueba de ello fue que no logró aguantar la presión en el octavo juego y entregó su servicio. Tras eso, el nieto de Jaime Fillol controló los nervios y cerró el partido con un smash digno de Sampras, para seguir adelante con la mejor semana de su carrera. Los puños apretados y un grito de emoción desbordada coronaron la nueva hazaña, bajo la ovación del escaso público que presenció el partido que dio inicio a la jornada.

Los réditos son muy grandes para el chileno, ya que aseguró un lugar entre los 75 mejores del mundo, lo que le permitirá jugar todos los ATP 250 y 500 y Roland Garros y Wimbledon. Además, se ubica entre los 20 mejores del año, con 350 puntos, 10 menos que Rafael Nadal.

La emoción de Jarry también tiene que ver con la forma en que llegó a Río, pues hace una semana estaba en la lista de espera para acceder al cuadro principal y sólo logró entrar gracias a algunas bajas de última hora, librándose de la clasificación.

"Pensaba en pasar la qualy, ganar algunos puntos y tal vez clasificarme para Roland Garros. Pero con este resultado prácticamente estoy asegurado para el año", afirmó el tenista.

Sobre el triunfo, se mostró muy contento, principalmente por la madurez que está exhibiendo. "Estoy muy feliz de estar en una semifinal de un ATP 500, no lo esperaba. Me siento muy bien mentalmente", comentó, para luego recordar el camino que ha tenido que recorrer para entrar entre los 100 mejores. "La transición de juveniles a profesionales es muy difícil. Mucha gente piensa que es fácil y que uno será número uno rápidamente. Yo estaba a la sombra de Garin y de alguna manera aproveché eso", añadió.

Por el paso a la final y un lugar entre los 65 mejores del planeta, Jarry se enfrentará con el argentino Diego Schwartzman (23º), en un imperdible aperitivo de la serie de Copa Davis de abril próximo, en San Juan. El Peque (mide 1,70) dio cuenta del francés Gaël Monfils, por 6-3 y 6-4.

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