Juan Olivares: "David Pizarro iba para ser un ídolo, pero se equivocó"

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En la antesala de la final de Copa Chile ante la U, la leyenda porteña, quien dice que no quiso que le pusieran su nombre al estadio de Playa Ancha, comenta el presente lleno de contrastes del equipo de sus amores, en donde sigue trabajando en el área formativa.



Juan Olivares (77) muestra sus manos que evidencian lo que significó jugar al arco en el alto nivel durante la década de los 60 y 70. Todos sus dedos sufrieron fracturas por patadas rivales, cuando el portero más importante de la historia wanderina se lanzaba por un balón en el área. Son sus marcas de guerra. "Es que los guantes en mi tiempo no eran como los de hoy. Cuando tocaba entrenar en canchas de tierra, los guantes incluso terminaban todos rotos", rememora mirando sus desfigurados dedos.

El ex seleccionado nacional, quien vistió la Roja en los mundiales del '66 y '74 recibe a eldeportivo en su casa ubicada en el barrio Santa Inés en los cerros de Viña del Mar. Un hogar pequeño y sin mayores lujos. Paradójicamente, cercana al Estadio Sausalito, la casa de Everton, el clásico rival de los caturros.

Usted sigue muy ligado a Wanderes trabajando como formador de arqueros. ¿Cómo califica su presente en el club?

Me siento bien, la gente me tiene muy buena. Me gané esa fama en la cancha y fuera de ella. Es el club que me vio nacer como deportista profesional y por el que más logré cosas. Fueron cuatro títulos en Valparaíso. Dos de Copa Chile (1959 y '61), uno en Primera ('68) y otro en Segunda ('78). Me gusta ir al fútbol y seguir ligado al club. Disfruto yendo a Playa Ancha a ver al primer equipo. La dirigencia me dio un asiento a mi nombre de forma vitalicia. ¡Y me ofrecieron incluso ponerle mi nombre a nuestro estadio! Pero yo no quise, porque habían otros más importantes que yo, como Jorge Dubost, capitán en los 50', muy querido por el pueblo. O por supuesto Elías Figueroa por su tremendo aporte al país.

Sigue entonces con energía guiando a las series menores...

¡Claro! Recién salimos campeones con la Sub 11. Más de 35 partidos invictos. Hace un tiempo había presentado mi renuncia, porque tengo problemas a la rodilla y tanto el caminar, como los viajes largos me afectaban mucho. No quería ser un problema para el club. Sin embargo, el presidente Jorge Lafrentz me pidió que me quedara.

¿Qué arqueros formados por usted recuerda con más cariño?

A Rodrigo Cuevas, Rodrigo Naranjo, Mauricio Viana, David Reyes, y este flaquito que está aquí jugando (Gabriel Castellón). Todos grandes arqueros y lindas personas, con buena disposición a aprender.

Ya que hablamos de ídolos de Wanderers ¿Es David Pizarro uno de ellos?

David iba para ser un ídolo, pero se equivocó. La gente se sintió engañada porque dijo que venía a terminar su carrera a Valparaíso. Luego de sus lesiones, sus palabras fueron un tanto inquietantes. El porteño es delicado y saca chispas con esas cosas. Yo lo conozco desde chico y de verdad lo siento por él, porque debe ser difícil recibir tanto desprecio como se vio el otro día en el estadio. Es verdad que representó a Wanderers en Europa, pero eso es otra cosa.

¿A quién considera como el mejor arquero de la historia de Chile?

El Cóndor Rojas, porque las tenía todas. Él es el mejor. Pero va pasando el tiempo y se va olvidando el gran nivel de algunos. También están entre los más grandes Gato Osbén, Loquito Araya, Gringo Nef, Polo Vallejos, Enrique Enoch, Ricardo Storch, Pancho Fernández, Sapito Livingstone... Y claro, apareció Bravo. Yo por Claudio me saco el sombrero, le tengo mucho respeto y estoy agradecido de él.

¿Por qué?

(Saca su billetera para mostrar su credencial vitalicia que lo acredita como mundialista histórico de la Roja) Porque por intermedio de él, recibimos esto. Todos los que defendimos a Chile en algún Mundial, podemos ir a ver a la Roja a todos sus partidos. La dirigencia tuvo que haber hecho esto y fue una gran gestión de Bravo. Él tiene cuerda para rato y mucha experiencia. Es un tipo muy ordenado y disciplinado. Eso le ha permitido ser catalogado como uno de los mejores del mundo. Ojalá que siga siendo el líder que es y que pueda llevarnos al próximo Mundial. Espero que los que vienen de atrás, como Castellón o Brayan Cortés, el chico de Iquique, se involucren más en el nuevo proceso.

¿Y usted se ubica en el grupo de los arqueros históricos de Chile?

Dicen que estoy entre los mejores, pero yo no soy quién para decirlo. Pasa que a muchos no les gustaba porque no era espectacular para jugar al arco. Me tiraba y volaba poco, ya que tenía muy buena ubicación. No era un arquero que anduviera volando. Me lanzaba sólo cuando era necesario. Hoy tengo los codos impecables.

¿Se imagina a Wanderers bajando a la Primera B?

Sería un golpe duro. En el ascenso no basta con jugar bien. Hay que tener los tremendos huevos porque se juega al límite. Es un fútbol mucho más duro y pasadito de la raya. Ni Dios lo quiera, pero puede darse. El equipo viene bien en lo futbolístico y no estamos lejos de nuestra mejor versión, sólo que no se están dando los resultados. Hay tarea por hacer de cara a la Liberadores. Wanderers tiene que hacer un equipo fuerte, traer gente con ese espíritu aguerrido que tiene el porteño, futbolistas que no den por perdida ninguna pelota. Tal como éramos el 68, cuando fuimos los Panzers. El mejor equipo que ha tenido Wanderers en su historia. Aquel que perdía la pelota, era el primero en intentar recuperarla. Sacábamos fuerzas de donde no había.

¿Cómo cree que se dará la final de Copa Chile ante la U?

Será una linda revancha. Wanderers, yo creo, ha mostrado buenas cosas, que se harán presentes en Concepción. A la U la metimos en su área en Playa Ancha. Los resultados no nos han acompañado, sin embargo. El equipo juega con la presión de estar peleando el descenso en él Transición. Como futbolista, estar en una posición así es muy complicado.

¿Cuánto necesita Valparaíso una alegría futbolística?

El Puerto necesita celebrar después de tanta tragedia. La hinchada se porta muy bien y es muy fiel. Para los equipos de regiones es difícil, porque los clubes grandes de Santiago se llevan los mejores valores. Nos pasó con Ubilla, Opazo, Keno Mena, Carlos Muñoz... Wanderers los ha soltado muy rápido. Sólo deseo que este sábado nos toque abrazarnos a nosotros.

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