"Arturo es un guerrero, un futbolista de élite (…) capaz de jugar en cualquier posición del campo…". Elogios contundentes para Arturo Vidal vertidos hace un par de semanas por Heynckes. El problema es que del dicho al hecho hay un tramo importante y en la práctica, de acuerdo a lo que ha decidido el alemán desde que reemplazó a Ancelotti a principios de octubre, el chileno ha perdido mucho protagonismo en la nueva realidad del club bávaro.

Apenas tres presencias como titular en el último mes y medio muestran con claridad que el volante perdió el sitial de inamovible que tuvo en los períodos de Guardiola y Ancelotti en el club. Hoy Vidal está relegado a un plano secundario, entrando en los segundos tiempos y, tal como ocurrió en el duelo ante el Dortmund, ingresando incluso en los últimos minutos para que corra el reloj.

Ante la nueva realidad de King Arturo los medios ingleses han especulado con la posibilidad de que el jugador fuerce su salida en enero y aproveche el supuesto interés del Chelsea de Conte, que conoce muy bien al jugador tras dirigirlo en el Juventus. Llegar al actual campeón de la liga más competitiva del mundo sería un desafío importante para el chileno, quien tendría la opción, a los 30 años, de firmar un último contrato millonario en Europa.

¿Qué debe hacer Vidal? Lo primero, tratar de revertir la situación con Heynckes. Calidad le sobra y, si se enfoca, debería ser capaz de recuperar la titularidad. El tema es que si reaparecen los líos disciplinarios, sigue nublado por las polémicas con la Selección y no retoma el nivel que lo situó entre los mejores volantes mixtos del mundo, el DT, un veterano de mil batallas que no se encoje ante las grandes figuras de su camarín, lo seguirá relegando.

Sumergido en el silencio hace más de un mes, Vidal ha adoptado una actitud distinta al del jugador carismático y en permanente contacto con la prensa. Hoy, en medio de su mal momento, ha optado por evitar los micrófonos en vez de encarar la situación que vive en Alemania y aclarar los líos de la selección. Está en su derecho, pero de nada le servirá esa actitud para cambiar su presente.

Si de aquí a fin de año no logra convencer a Heynckes la opción del Chelsea sería más que atractiva. Imaginarse a Vidal en la Premiere entusiasma y sería un paso en su extraordinaria carrera.