La promesa del deporte sin fronteras

STEPHANIA GUESSI

Nombre: Stephanía Guessi. Edad: 15 años. Disciplina: Tenis de mesa.



Hija de Lourdes y de Bernardo, del multiculturalismo y la globalización, de Asunción y Santiago, pocos deportistas han peleado tanto por vestir la casaquilla de la selección chilena como Stephanía Guessi.

Una joven tenismesista nacida en Paraguay hace 15 años, pero afincada en Chile desde los cuatro, que lleva el deporte de la paleta en la sangre. No en vano Bernardo Román, su padrastro y actual entrenador, fue jugador profesional de tenis de mesa, una disciplina que Guessi comenzó a practicar de niña, por insistencia de su hermano. Después, de una forma natural y progresiva, empezaron a llegar las medallas y los títulos.

Pero no fue hasta el año pasado, con la jugadora convertida ya en una firme y rutilante promesa, que Stephanía pudo comenzar a agilizar los trámites para su nacionalización. Sucedió tras la entrada en vigor de la denominada Ley Matsubara (llamada así, por cierto, en honor de otro tenismesista, el chileno de ascendencia japonesa Yutaka Matsubara) y concebida para facilitar la nacionalización de jóvenes extranjeros, rebajando la edad mínima para acogerse a la norma -con autorización paterna- de los 18 a los 14 años.

Tras recuperarse con éxito de una aparatosa lesión y a la espera de una resolución que le permita empezar a defender, de una vez por todas, los colores del país que siente como propio, Stephanía Guessi ha regresado a los entrenamientos en su centro de operaciones habitual, el Gimnasio Olímpico de San Miguel. Su lucha por seguir derribando las fronteras del deporte continúa. Y a sus 15 años, el futuro del tenis de mesa chileno está en sus manos.

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