La UC puso la jerarquía para golear a una inofensiva U

César Pinares, disputando el balón con Luis Casanova. Foto: Agenciauno

El bicampeón se impuso 3-0 y olvidó el trago amargo de la Libertadores a costa de un equipo azul de mucha pobreza futbolística. Dos penales y numerosas ocasiones de gol fueron el sustento de los cruzados para conseguir una victoria totalmente merecida.



Dos realidades opuestas chocaron en San Carlos de Apoquindo. Por un lado, una Universidad Católica hegemónica a nivel local, pero que necesitaba sacudirse con urgencia de la eliminación de la Copa Libertadores, y por el otro, una Universidad de Chile conformada para no pasar zozobras con el promedio del descenso y, si alcanza, para conseguir la clasificación a alguna copa internacional.

La tarde no estaba para milagros y el dueño de casa impuso su jerarquía y, por sobre todo, estableció las diferencias entre un equipo bien trabajado y otro que presenta demasiadas fallas conceptuales, las que se tradujeron en los ya recurrentes errores de lectura de su entrenador Hernán Caputto. El 3-0 no solo fue justo, sino que incluso pudo ser mayor. Una verdadera clase de fútbol.

Desde un comienzo, los cruzados intentaron presionar la salida azul para intentar forzar el error. Muchas veces lo consiguieron con bastante éxito. Antes de los 20 minutos, ya contaban con dos tiros en los palos (José Pedro Fuenzalida y Fernando Zampedri) y otra notable salvada de Fernando de Paul.

El equipo de Caputto se vio muy impreciso en la primera parte, con Beausejour y Rodríguez contenidos en las bandas y Montillo perseguido constantemente por Saavedra. Así, Larrivey y Henríquez poco pudieron hacer ante la defensa cruzada. La ausencia del lesionado Pablo Aránguiz se notó en ese esquema, donde Camilo Moya, Sebastián Galani y Gonzalo Espinoza tuvieron que raspar bastante en el medio.

Los de Holan, por su parte, se adueñaron de la posesión, intentando explotar las bandas y encontrar los espacios para desequilibrar. Como de costumbre, Fuenzalida fue uno de los más encendidos. Sus diagonales desacomodaron constantemente el fondo del cuadro laico. Esto también le permitió a Pinares aparecer libre en numerosas ocasiones.

Cuando la U tenía un pequeño respiro y pujaba por irse al descanso con valla invicta, Luis Casanova mete una mano en el área y el balón le rebota. El juez Felipe González la desestimó en un comienzo, pero tras revisar el VAR, dio el penal correspondiente. Pinares no tuvo inconvenientes en ejecutar y dejar a la UC en ventaja cuando ya terminaba el primer tiempo. Un justo premio para lo que se vio en el lapso inicial.

Caputto debió mover la banca en el entretiempo, sacando a Galani y Henríquez para hacer ingresar a Franco Lobos y Luis del Pino Mago. Este último, para adelantar a Beausejour. Mientras que el exjugador de La Calera se estacionó por la banda derecha para presionar a Rebolledo, lo que por momentos dio resultado.

Un cabezazo sin fuerza de Larrivey fue lo más peligroso de la U. De vuelta, la UC casi aumenta, de no ser por una gran atajada de De Paul a un remate de Lezcano. Acto seguido, el Tuto le sacó un ajustado disparo a Luciano Aued y, luego, otro más al mismo Lezcano.

Pero la gran actuación del arquero azul se fue al tarro de la basura cuando cometió un absurdo penal contra Lezcano, que Aued transformó en gol, a los 70′. Fue la confirmación de que anímicamente el partido ya estaba ganado. El tanto de Zampedri, a los 82′, tras una asistencia de Lezcano, le dio más justicia al marcador.

Con la victoria, Universidad Católica enfila el camino hacia el tricampeonato, mientras que la U deberá corregir muchísimas falencias si no quiere seguir sufriendo. Acumula cinco años sin ganar en San Carlos y suma ya dos derrotas consecutivas en las que el nivel ha estado lejos de lo que se le pide a un equipo grande.

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