Lebron pide compañía

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Lebron James clava el balón ante los Trail Blazers, pasando sobre Nurkic, de 2,11 metros.

El alero de Cleveland Cavaliers juega solo. El jueves se inscribió con la clavada del año, el sábado con su 70º triple doble y, mientras tanto, tiene a su equipo tercero en el Este.



Quedan siete minutos y algunos segundos para finalizar el primer cuarto y LeBron James le da botes al balón cerca de la mitad de cancha. Su Cleveland Cavaliers visita al Portland Trail Blazers y el 23 observa el panorama. A la entrada de la zona de dobles, dos compañeros se agrupan y llevan consigo otro par de rivales. LeBron escapa por la izquierda dejando atrás a su marcador y a los dos que habían llegado. Con un rechazo que hace recordar los grandes tiempos de Michael Jordan o Dr. J y la mano derecha con la pelota levantada, la clava y todos lo miran.

El que más lo sufre es el bosnio Jusuf Nurkic, cuyos 2,11 metros no son suficientes para detenerlo. Así también quedan sus propios colegas, atónitos y observando. Uno en cada esquina y con la figura al centro. Ejemplo de un partido, reflejo de una temporada completa.

La imagen que se vio el jueves en la noche ha sido repetida y, seguramente, seguirá viéndose. James juega solo y, generalmente, gana, pues tiene a su equipo en el tercer lugar de la Conferencia Este de la NBA, en puestos de Playoffs y, hasta ahora, consiguiendo partir una supuesta llave de cuartos como local y, de llegar a un séptimo partido, rematarlo también en casa.

Ante los Trail Blazers, Cleveland perdió y James hizo notar su molestia, como sabiendo que su esfuerzo es necesario y, quizás, es el único capaz de liderar a su equipo. Cuando quedaban 47 segundos del tercer cuarto y perdían por 10, el técnico Tyronn Lue lo sustituye y despierta a la bestia. El 23 le grita, con seis personas entre medio. Le recrimina la decisión y se basa en que, finalmente, hizo 35 puntos, tomó 14 rebotes y entregó seis asistencias. Pero no fue suficiente y su escuadra cayó 113-105.

El sábado, los Cavalieres tenían otra oportunidad para mejorar como equipo. El rival de turno, Chicago Bulls. Y el terreno, el United Center. Pese al triunfo colectivo de 109-114, quien se llevó, nuevamente, los elogios fue LeBron, que encajó 32 puntos, 13 rebotes y 12 asistencias. Anotó su triple doble número 70, convirtiéndose en el sexto jugador en la historia de la NBA que consigue el récord. Por delante de él están Oscar Roberton (181), Magic Johnson (138), Jason Kidd (107), Russell Westbrook (101) y Wilt Chamberlain (78).

La campaña de los Cavaliers ha sido dispareja: 40 triunfos, 29 derrotas y un tercer lugar que ha sido alternado con Washington Wizards e Indiana Pacers . Si hay alguien que sostiene las ilusiones de Cleveland, es el King, que de conseguir un buen resultado final para su equipo podría amagar la opción de James Harden de quedarse con el MVP 2017-18. La Barba tiene puntero al Houston Rockets en la Conferencia Oeste y es el principal candidato a ser el mejor jugador de la NBA.

Eso, siempre que el 23 no diga lo contrario. Con o sin galardón, LeBron es el mejor basquetbolista del mundo. El problema es hoy está demasiado solo.

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