Eduardo Lobos (36 años) camina por el Centro Deportivo de Everton con confianza. No se siente observado, ni menos cuestionado. Poco le importa, a esta altura de su carrera, los gritos y rayados de los hinchas ruleteros que siguen pidiendo su salida del club, luego de los errores que cometió ante Colo Colo, en el duelo disputado en el Transición. Sabe que cuenta con el apoyo incondicional de Pablo Vitamina Sánchez y del resto del cuerpo técnico, quienes lo consideran clave en la idea de juego que buscan instalar.

Lobos, sin embargo, asume culpas. Reconoce que su condición física durante el torneo anterior no fue la óptima. Aunque nunca sintió tampoco estar dando algún tipo de ventaja a sus rivales. Tuvo partidos en el que su nivel fue altísimo y que sirvieron para que el elenco viñamarino peleara en la parte alta hasta el final del torneo. Así lo dijeron públicamente Vitamina Sánchez, y sus propios compañeros. También tuvo partidos muy bajos, como la derrota ante Colo Colo y Audax Italiano, y muchos errores gruesos de los que se hacen virales.

El comienzo de 2018, no obstante, comenzó de manera diferente para el nacido en Curicó. Durante las vacaciones, el portero decidió someterse a una estricta dieta que fue supervisada por la nutricionista del club Karen Mckay. El formado en Colo Colo cumplió a cabalidad con la papeleta que se le entregó, en la que se buscaba reducir su ingesta de carbohidratos.

Su esfuerzo, a menos de 30 días, comienza a tener recompensa. Hoy, Lobos pesa 95 kilos, tres menos que en la última medición que le realizaron en diciembre. En Everton estiman que su peso ideal debe bordear los 90 kilos, de acuerdo a su composición corporal. El arquero mide 1,85 cms.

En el cuadro de la Quinta Región aplauden la actitud del portero. A fin de mes será evaluado nuevamente, y confían en que sus números corporales seguirán a la baja. Aparte, se le medirán los porcentajes de adiposidad, que incluyen los músculos más la suma de los seis pliegues. Desde el cuerpo técnico entregan señales positivas en torno a la mejora física del guardameta: "Se le ve mejor en cuanto a su peso. Está más delgado. Está realizando un gran esfuerzo. En vacaciones tuvo una tarea de mantenimiento junto con el área de nutrición. Este área la implementamos a nuestra llegada, y nos alegramos mucho que esté dando resultado", dice Cristián Minchelli, preparador físico de Everton, al ser consultado por La Tercera.

La alimentación no ha sido el único punto que ha reforzado el guardameta. Entrena de manera particular en un gimnasio en Viña del Mar, llegando incluso a tener jornadas de doble entrenamiento. "El esfuerzo que ha realizado para llegar bien al comienzo de pretemporada es muy valorable. También tiene muy buena predisposición para realizar los exhaustivos trabajos aeróbicos y específicos que ha determinado el entrenador de arqueros, Cristián Zamora. A eso se le sumó una estricta dieta en su alimentación, que lo complementó con entrenamientos extras en un gimnasio de Viña del Mar. Todo eso, agregándole lo gran profesional que es Eduardo, ayudó a que bajara de peso", complementa Minchelli.

Su actitud con los medios, sin embargo, sigue siendo la misma. No abre la boca. No le gusta dar entrevistas individuales, ni siquiera en conferencia de prensa. Hoy, en su mente, sólo está la idea de mejorar su condición física. En la temporada 2018 quiere, sí o sí, llevar a Everton a lo más alto del torneo nacional. Y por qué no, de la Sudamericana.