Los guardaespaldas de Mosa

El bochorno ocasionado por la fallida realización de la Noche Alba, además de la nula capacidad, hasta ahora, de fichar refuerzos para la temprada 2018, tiene a Aníbal Mosa como centro de las críticas en Colo Colo. El rechazo del ciudadano albo se ha manifestado con exhibiciones de violencia (un grupo de radicales quemó neumáticos y lanzó panfletos contra la concesionaria el martes) y de reproche dialéctico en redes sociales. Pero a Mosa le ha salido de dentro un ejército de defensores contra esa masa crítica. Aunque las quejas llegan por cuestiones administrativas, los referentes del camarín han saltado en su defensa. El martes fue Paredes el guardaespaldas ("lo han dejado solo", dijo). Y ayer le tocó el turno a Valdivia.

"Con Esteban lo hablamos ayer un rato después del entrenamiento y él como capitán sentía que tenía que decir algo. Y comparto su decisión de hablar a la salida. Es difícil para Aníbal o para cualquier persona defenderse en estas situaciones, más tomando en consideración que no tiene el completo apoyo de algunos hinchas. Si lo llevo al plano futbolístico, nosotros decimos que los partidos no se ganan solo… Nadie resuelve nada solo, y en ese sentido comparto las declaraciones de Esteban en relación a que se apuntan con el dedo a una persona, pero había una empresa encargada de traer a un rival, y es difícil que Aníbal esté pendiente del viaje y de todas esas cosas. Son tareas que no le pertenecen al presidente, son otros responsables los que tienen que preocuparse de eso. Entonces viéndolo así, es lógico ver que Aníbal se ve muy solo", comentó el Mago ayer en la sala de prensa.

"La gente ya tiene una opinión respecto a Aníbal y la manifiesta; otros entienden que no es sólo él el responsable de esta situación. Muchas veces no tiene responsabilidad, pero también a ve ces la tiene. Es el presidente y tiene que comandar este buque bien pesado. Lamentablemente, como hay dos bandos, muchas veces las informaciones llegan cambiadas", añadió Valdivia.

En realidad, Valdivia apunta hacia otro lado por los errores. Al vacío de alguien de fútbol en la gerencia deportiva, cargo que no fue cubierto desde la salidad de Óscar Meneses hace seis meses. Aunque el volante pone condiciones: "Lo ideal sería que ese cargo fuera para un ex jugador con mucha experiencia. Siempre pasa que los exjugadores nos dan duro. Entonces es difícil traer a uno que esté criticando o hablando mal del entrenador o esté hablando mal de la labor que cada uno ejerce acá adentro. Una vez puede hablar o dos veces, pero cuando ya es seguido, es difícil integrar a ese tipo de jugadores". ¿A quién se refería? No dio nombres.

El diagnóstico de Valdivia coincide con el de Paredes, pero choca con el de Pablo Guede. El entrenador de los albos prefiere la línea directa con el presidente Aníbal Mosa, no tener un cargo intermedio que piense, hable y decida de los asuntos del balón. Por eso, el timonel tampoco está convencido de contratar un especialista en la materia. El que hace las veces ahora es el ex ejecutivo de televisión Pablo Morales, encargado en Macul de las contrataciones.

Pero lo que buscan en el camarín no es tanto eso como evitar o reducir al máximo la relación con Ricardo Lobos, brazo derecho de Aníbal Mosa en temas financieros, conocido como El Contralor y encargado de equilibrar los gastos.

Mientras buscan enmendar el camino, la administración de Mosa, todavía no abrocha la llegada de nuevos jugadores al plantel. El objetivo ahora es intentar traer de regreso a Esteban Pavez. Pero Atlético Paranaense no autoriza por ahora la salida del jugador. Así que los refuerzos que pide Guede siguen sin llegar.

Lo cierto es que en Macul están lejos de conseguir la paz que debiese gozar el actal campeón del fútbol chileno. Desde la salida del gerente técnico del club, Óscar Menese, en Colo Colo comenzó un juego de roles cada vez más sorprendente. La vocería recayó en los referentes del plantel.