El precio de la ordinariez

El exabrupto de Marcelo Ríos tuvo sus primeras consecuencias. Luego de conocer el informe del árbitro brasileño Ricardo Reis, la Federación Internacional de Tenis anunció una sanción de US$ 2.500 para el ayudante de Nicolás Massú, bajo el cargo de "abuso verbal".

"El incidente, grabado en video, tuvo lugar el miércoles 31 de enero y fue revisado por el árbitro de la serie en Santiago que determinó que los comentarios abusivos del señor Ríos contra la prensa violaron el código de conducta de la Copa Davis", explicó la ITF, a través de un comunicado.

En ese contexto, explican desde el organismo internacional que la sanción no tiene relación con las denuncias efectuadas por el Colegio de Periodistas y por el Círculo de Periodistas Deportivos, ya que estas serán sometidas a una investigación a cargo de un comité de disciplina anexo, el que podría emitir duras sanciones.

De todas maneras, cobra fuerza la idea de que la Federación de Tenis de Chile, a cargo de una administración externa, tome alguna decisión con respecto a la conducta del zurdo, pues la ITF podría interpretar que si no hay medidas se está avalando la grosería del ex número uno del mundo. Es por eso que, para los próximos días, se espera una serie de reuniones que podrían desencadenar en una determinación sobre el futuro del Chino.

La actitud de Ríos, cuya venida fue financiada por una firma de ropa deportiva, también perjudicó económicamente a la Fetech, que esperaba adjudicarse el Premio Pila, que entrega la ITF a la mejor organización de una serie y cuyo monto es de US$ 33 mil. Un dinero que hubiera sido muy útil para las ultracomplicadas arcas del ente nacional.

Por otro lado, existe bastante preocupación por la presencia de Marcelo Ríos en Argentina, en abril. Es sabida la mala relación del zurdo con la prensa y, sobre todo, con la transandina. Además, podría ser presa fácil de las provocaciones del público, tal como ocurrió en Colombia.

Ayer, en la conferencia de prensa, Massú evitó referirse al futuro de su amigo. "Después no sentaremos a conversar de lo que pasó, pero ahora estoy enfocado en el tenis", se excusó. "Trato de trabajar y hacer mi mejor esfuerzo. Las experiencias que he vivido me han hecho aprender a manejar las situaciones. Trato de separar las cosas de afuera y adentro", puntualizó.

Ayer, en la cancha, Ríos se mostró muy activo con el equipo; aplaudió, se acercó a entregarle algunos consejos al capitán y participó animadamente de los festejos en la cancha. Más tarde, se retiró por un costado del Court Central, en compañía de Tomás Barrios. Ahí, se dio tiempo para concederles fotos a mujeres, niños y guardias de seguridad que estaban en el recinto, algo poco común en él. Al ser requerido por un periodista, optó por el silencio y aceleró el paso. Tal vez para no volver más. Aunque eso sigue estando por verse.