El prodigio que ansía el Draft

Luka Doncic

Esloveno, 18 años, mide 2 ,03 metros. Se llama Luka Doncic. Es figura del Real Madrid y campeón de selecciones de Europa. De seguro será protagonista del próximo mercado NBA, en junio.



Goran Dragic, el base estrella del Miami Heat, siempre cuenta que en sus primeras andanzas con la selección de Eslovenia le llamaba mucho la atención un niño de siete años, que durante los entrenamientos se sentaba bajo el tablero y cada vez que podía tomaba la pelota y lanzaba al aro. Le llamaba la atención por lo pequeño (de edad) y por lo hábil. "Parecía un jugador miniatura", recuerda el armador.

Aquel infante era hijo de Sasa Doncic, también seleccionado, pero de los más experimentados. Y sí, era un niño que jugaba como grande. Todavía lo es, de hecho. Se trata de Luka Doncic, quien hoy, con 18 años, bien puede ser considerado el talento joven más importante del básquetbol mundial y, por cierto, un jugador muy apetecido en la NBA.

La liga más exigente del baloncesto espera ansiosa el Draft 2018 (21 de junio), donde las franquicias eligen a sus futuras estrellas. Doncic es candidato firme a ser la primera selección o al menos estar en los cinco primeros. Argumentos a su favor tiene de sobra: esta temporada es el principal anotador del Real Madrid, líder de la Liga ACB de España, con 14,6 puntos. Sus números mejoran en la Euroliga, con 18,1 tantos por partido, 5,6 rebotes y 4,8 asistencias. "Es un jugador fenomenal, tiene 18 años y juega en Europa en el mejor club. Está listo para la NBA, es muy alto, puede tirar y es muy bueno para pasar el balón", sentencia Dragic.

El adolescente de 2,03 metros, además, se consagró en 2017 campeón de Europa a nivel de selecciones, conquista histórica para Eslovenia, donde Doncic y Dragic compartieron equipo. Ambos fueron parte del equipo ideal del torneo.

La historia del Niño Maravilla, como se le apodó en el Viejo Continente, comienza justamente en compañía de su padre por distintas ligas. Partió en el casi desconocido Koaarkarski Klub Union Olimpija, de Ljubljana, su ciudad natal. Regalaba tres años en su categoría y no tardó mucho en llamar la atención de otros mercados más competitivos. Así llegó el Real Madrid, para ficharlo cuando apenas tenía 12 años. A los 16 ya debutaba en el primer equipo (el más joven en la historia del club).

A partir de ahí, sus marcas y récord a nivel europeo no han cesado, casi todas relacionadas con su corta edad: el más joven con máxima valoración en una fecha y el más veces MVP en jornadas distintas de la Euroliga, por nombrar sólo dos. Se trata de un jugador completo, de respetable lanzamiento de tres puntos (33,3% de efectividad), muy hábil con la pelota, de indescifrable dribling y potencia para atacar la canasta. Se le critica que todavía no es un dotado atléticamente, pero tiempo para seguir creciendo tiene de sobra. Como sea, es un superdotado del básquetbol.

La NBA lo espera para la próxima temporada. Es el sueño de este muchacho, además, aunque prefiere tomárselo con calma: "Ya he dicho muchas veces que no pienso en el futuro", dijo hace poco. Habla tranquilo Doncic, confiado, seguro de que, pase lo que pase, su futuro en este deporte es brillante.

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