El puño destapa un boquete

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Las medidas de seguridad de la Liga no están bien explicitadas y varían en cada gimnasio. Morales declaró en el Tribunal, que dará mañana el veredicto.



El golpe de puño que le propinó el jugador de Las Ánimas Franco Morales a un espectador del partido ante Puerto Montt, el fin de semana, resonaba aún ayer en la Liga Nacional de Básquetbol. El base hizo ayer sus descargos junto con los directivos de su club en el Tribunal de Disciplina, pero no hubo una resolución inmediata, sino que la instancia ocupará las 60 horas que indica el reglamento para informar su veredicto.

Como sea, hay dos temas en el que coinciden todas las miradas respecto del incidente. Una es que el basquetbolista no debió reaccionar así ante la provocación y la segunda es la responsabilidad de la Liga por las medidas de seguridad que solicita a cada recinto.

No existe una norma específica, como la Ley de Violencia en los Estadios, reservada en la práctica para el fútbol, que regule estos eventos. Dentro de los gimnasios no hay carabineros, quienes de acuerdo con sus protocolos, sólo resguardan la salida y los alrededores de los recintos. Es por eso que la LNB exige la presencia de vigilantes privados.

En el caso particular del choque del sábado que finalizó con el puñetazo al hincha Raúl Hernández, ambas partes recurrían a defender o denunciar las medidas de seguridad.

Por el local, el presidente de CEB, Sandro Ovando, dice: "Cumplimos con todas las medidas y la cantidad de guardias requerido, que eran ocho".

Carlos Moraga, gerente de Las Ánimas, replica: "Cuando empezó el partido no había guardias. Después aparecieron unos muchachos con chaquetas, pero uno no sabe si tienen el curso de OS10 de Carabineros".

Según explican dirigentes, es la coordinación semanal con la policía de cada ciudad la que exige el número de vigilantes para cada compromiso, de acuerdo con el número de tickets a la venta.

El directivo de los valdivianos resume: "Todo esto se hubiera evitado si hubiera habido un guardia en el lugar en que bajan los jugadores".

El Código de Disciplina del campeonato 2017-2018 de la Liga nombra guardias, pero no los exige. Sí señala que los equipos que "no hayan mantenido un adecuado nivel de seguridad durante un partido y que ésta se haya visto amenazada por falta de guardias y falta de un plan de seguridad adecuado, serán sancionados con una multa de hasta $ 500 mil".

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