El silencio que condena a Garcés

PAULO GARCÉS

Pese al conocimiento de los médicos, la Comisión Nacional Contra el Dopaje (CNCD) nunca fue informada respecto a los suplementos alimenticios que el portero consumía, lo que diferencia totalmente su caso al de Arturo Sanhueza. Si pide una contramuestra, arriesgaría hasta cuatro años de sanción.



El escenario es delicado para el futuro de Paulo Garcés. El portero de Antofagasta fue detectado con un resultado analítico adverso en un control antidoping realizado el pasado 18 de marzo, tras disputar el duelo entre su equipo y O'Higgins, por la sexta fecha del Torneo Nacional.

En la muestra de orina, el Halcón presentó rastros de dimetilbutilamina, un estimulante que incrementa la actividad neuromotora, que involucra el sistema nervioso a un nivel músculo-esquelético. Eleva el rendimiento deportivo y evita la fatiga, lo que significa que el futbolista se cansa menos.

En un comunicado, los Pumas explicaron que el caso será investigado. "Nuestra Institución se encuentra reuniendo antecedentes para comprender la situación en forma integral, dado que esto obedecería al consumo de un suplemento alimenticio ingerido por el jugador que contenía un producto "adverso", el que no estaba informado en su rotulado. Este hecho ya ha ocurrido en casos anteriores y recientes. El producto alimenticio consumido por el jugador y con autorización de los médicos del club, no informa en su rotulado el producto adverso dimetilbutilamina", aseguraron en la misiva.

Sin embargo, el futuro no es tan alentador para el portero. El último caso de una muestra adversa fue la de Arturo Sanhueza, quien presentó dimetilpentilamina en un control pospartido. Sin embargo, en el caso del volante todos los medicamentos y  suplementos alimenticios que pudo consumir fueron avisados a las respectivas autoridades, así como los comisarios de la Comisión Nacional Contra el Dopaje (CNCD).

En cambio, ni Garcés, ni los médicos a cargo del club, informaron respecto a un posible consumo de dicha sustancia, por lo que su presunción de inocencia se ve complicada. Es más. El portero evalúa pedir una contramuestra de su positivo, lo que en caso de ratificar la sustancia hallada duplicaría la sanción, pasando de dos a cuatro años, según lo estipulado por el artículo 10º del  Código Mundial Antidopaje. Tiene siete días para definir si tomará o no esta medida, que a sus 33 años podría incluso decidir el futuro de su carrera.

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