Stefan Pino: "Ojalá el llamado sea porque me han visto jugar"

Pino

El delantero de Melipilla, la gran sorpresa de la lista de Reinaldo Rueda para el próximo microciclo de la Roja, conversa con La Tercera. 78 horas antes de su estreno en la Selección, el gigante recoletano (1,99 metros) se sincera.



La vida de Stefan Pino (24) se detuvo dos veces. La primera fue hace tres años y medio, a las 16.30, la hora exacta en que un ataque cardiaco se cobró la vida de su padre. La segunda, el pasado miércoles, al filo de las 19.00, cuando el hasta entonces ignoto delantero de Melipilla fue notificado de su convocatoria a la Selección. Dos momentos grabados a fuego. El primero con tinta, en su antebrazo derecho, donde un tatuaje recuerda la fatídica hora del deceso de su progenitor. El segundo, en la contagiosa sonrisa con la que el nuevo gigante de Rueda (de casi 100 kilos, casi dos metros y botines del número 45) recibe a La Tercera en el complejo donde se ejercitan los Potros.

¿Cómo se ve el fútbol a 199 centímetros de altura?

Todo esto se ve muy bien. Es un sueño para mí, pero me lo tomo con tranquilidad. Quiero ir paso a paso y disfrutarlo a concho con mi familia y con los amigos más cercanos.

¿Qué importancia cree que tuvo su estatura en esta nominación?

Sólo recibí el llamado del presidente de Melipilla (Leonardo Zúñiga), no he hablado con nadie más, pero me llamaron yo creo que por algo. No sé si por la estatura, no sé si por lo que me han visto jugar, ojalá que sea por eso, porque me han visto jugar, pero ahora lo que tengo que hacer es dar el cien para no sólo ir a este microciclo, sino para aspirar a estar en la Selección.

Para llegar de Melipilla a la Roja hay que dar un salto grande. ¿Ya lo ha asimilado?

Sí, cuesta pero ya lo he asimilado, aunque creo que es un paso muy importante que llamen a un jugador de la Primera B. Creo que ahora sólo había sido uno antes que yo, el arquero de Cobreloa (Gonzalo Callao), y bueno, es muy emocionante.

¿En qué pensó cuando le comunicaron que estaba citado?

En mi familia, claro. En mi hijo, en mi señora, en mi mamá, en mis abuelos, que la verdad que siempre están ahí. Cuando me lo cuentan no estaba en la casa y lo primero que hago es llamar a mi señora, que estaba con mi hijo, para contarle esto.

¿Y qué le dijo?

Es que ella cacha, pero tampoco mucho, aunque siempre me va a ver los partidos. Me dijo si estaba hueveando, porque fue una sorpresa para ella también. Por eso tengo que dar las gracias a Melipilla, por confiar en mí, al profe Carlos (Encinas) por confiar en mis capacidades, traerme acá y hacerme jugar, que es lo que necesitaba.

¿Le molestan sus compañeros con este nuevo status?

Sí, pero en buena forma, alegremente. Tenemos un grupo muy bueno y en el que varios han pasado por la Selección. Está el Mati (Vidangossy), Emilio Hernández, el Seba Roco, el Chino Martínez, Cabión…y me dicen, no sé: 'Vai a llegar como un poto pelao', las tallas de los más grandes. Estoy viviendo un sueño y lo quiero disfrutar.

Con su contextura física es fácil imaginar sus virtudes. ¿Cómo se define?

Me considero un buen pívot, un jugador que aguanta bien el balón de espaldas, que gira bien, que tiene remate de afuera y no sé si será velocidad, pero sé ocupar muy bien el cuerpo.

Antes de llegar a Melipilla tuvo pasos por Recoleta, Temuco y La Pintana. ¿Una historia de esfuerzo?

Una historia de momentos. Di la vuelta larga, pero paso a paso. En algunas cosas siempre te apresuras y a lo mejor fue lo que me pasó a mí. Estuve un año en Tercera y me fui a un equipo de Primera B. A lo mejor ese fue el gran paso que di.

Pero allí, en Temuco, apenas jugó...

Claro, a lo mejor no supe yo aprovecharlo, porque no jugué nada. Así que me vine a Santiago a la Segunda División, a La Pintana, volví a Recoleta y ahí creo que marqué la diferencia al salir goleador. Así llegué acá.

Hábleme de sus orígenes.

Soy recoletano, nací en la Santa Ana, en Pedro Donoso con Recoleta, y ahora vivo en Huechuraba, pero siempre he sido identificado con los colores de Recoleta. Nacido y criado allí.

Pude leer que tuvo que trabajar en otros rubros para poder seguir dedicándose al fútbol. ¿Es así?

Sí, antes de tener a mi hijo trabajaba, porque en el fútbol semiprofesional no te pagan muy bien y tienes que sobrevivir de alguna manera. Trabajaba en Uber, un trabajo honrado que me permitía seguir entrenando. Entrenaba en la mañana y en la tarde salía a trabajar. Y me sirvió mucho, porque uno tiene que saber siempre de dónde viene.

¿Qué cree que fue lo que llevó a Rueda a reclutar un delantero del equipo que marcha colista en Primera B?

Creo que porque soy joven y porque por lo que he visto en la tele le gustan los jugadores más altos. Pero aunque no se nos den los resultados, ojalá sea también por el buen juego que estamos haciendo. Tomarlo como que él me hubiera llamado de cualquier forma es lo mejor para mí.

¿La estrecha relación de Carlos Encinas con Vladen Canales, mano derecha de Salah, pudo tener también algo que ver?

No sé. Carlos Encinas no es mi amigo, era mi profesor. Y en el trato profesor-alumno era un siete conmigo, pero más allá de eso no sé nada. Ojalá que no haya sido así, que el llamado sea por lo que estoy haciendo y no por ninguna otra cosa.

¿Cuál es su apodo futbolístico?

Acá en Melipilla me pusieron La Torre.

¿Y le gusta?

Es que no pesco mucho , porque no sé, de repente te dicen el Peter Crouch, el Zlatan (Ibrahimovic)…y son jugadores importantes para mí, pero aunque sí pueda identificarme con ellos, la comparación no me gusta. Acá en Chile te comparan mucho con otros jugadores.

Dejemos entonces las comparaciones y hablemos de referentes.

Internacional me gusta Zlatan, pero no porque yo me parezca a él, sino porque lo considero un jugador extraordinario técnicamente. Y el otro es Lewandowski. Y del fútbol chileno Esteban Paredes, Valdivia, Baeza... Me llaman la atención esos jugadores. Y Beausejour.

¿De qué equipo es hincha?

Me gusta ver todos los partidos. No me considero hincha de ningún equipo, pero me gusta más el Colo por un tema de familia, puede ser que por el legado de mi papá, pero veo el fútbol como futbolista. No me llaman tanto los colores como el deporte.

¿Qué le ocurrió a su padre?

Falleció hace tres años y medio. Le dio un paro y no lo soportó. Fue una pérdida fuerte, pero sé que siempre está de mi lado, acompañándome.

¿Cómo habría vivido él esta nominación?

Si hubiera estado vivo, habría estado igual de feliz que mi madre. Estaría muy contento.

El lunes comienza otro microciclo, ¿se considera parte del recambio?

Después de este llamado, ojalá que sí, pero quiero ir a jugarme algo, no quiero quedarme en este microciclo. Voy a sacarme la mierda en los entrenamientos que vienen del lunes al miércoles para no quedarme ahí, para que haya otro llamado.

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