Tomás González: El presidente se resiste a quitarse la malla de gimnasta

El gimnasta nacional de 31 años aún no ha decidido dejar las competencias y administra su tiempo entre la federación, los estudios y entrenamientos.



Tomás González preside desde mayo la Federación Chilena de gimnasia. Pero cuando aterrice hoy en Montreal (Canadá) para asistir a los campeonatos del mundo no lo hará con un maletín en la mano, sino con una bolsa llena de mallas, calleras y zapatillas, porque a sus 31 años se resiste a dejar de competir.

Sus labores al frente de la federación, la dirección de su propia escuela de gimnasia y sus estudios de kinesiología no son obstáculos suficientes para que el presidente abandone los entrenamientos.

Disputará en Montreal el concurso de suelo, tras ganar este mes la Copa de Mundo de la especialidad en Bulgaria. Viaja después de una concentración con la selección española de gimnasia en Madrid, donde dijo a EFE que se siente “supercómodo” con la nueva rutina que presentará en Canadá, que tiene dificultad de 6,2.

“Estoy enfocado en suelo. Cambió el código de puntuación y tuve que modificar la estructura del ejercicio del año pasado y ahora me siento muy bien. En Montreal dependo de que todo salga bien el día de la clasificación para pasar así a la final”, dijo el gimnasta y dirigente.

Después de Río se planteó su vida y su carrera y tiró por alto: decidió “seguir con las competencias, terminar la carrera en la universidad y optara a presidente de la federación”.

“Así que tengo harto trabajo, aparte de mi escuela. Pero estoy muy motivado para competir”, comentó. Ahora solo hace una sesión de entrenamientos al día.

Tomás González fue olímpico en Londres 2012 y Río 2016. En los primeros Juegos disputó las finales de salto y suelo, con sendos cuartos puestos, y en Río accedió a la de salto, en la que terminó séptimo.

“En diciembre del año pasado me operaron para retirar unos pernos que tenía en el tobillo. Este año decidí ir de a poco con el tema de las cargas”, señaló.

Su nueva rutina “comienza con un doble adelante carpado con medio giro, que ahora vale un poco más y que es una diagonal nueva, con una dificultad que no tenía antes”, explicó el de Santiago.

“Estoy probando otras cosas, pero vimos en la última Copa del Mundo que conviene no arriesgar tanto en dificultad, sino apuntar a una mejor ejecución. Por lo tanto, el resto de mi rutina es más o menos la de Río, cambiando el orden de las diagonales. Con la nueva me siento supercómodo”, insistió.

González será el único representante de Chile en los Mundiales de Montreal, que comenzarán el lunes. Como dirigente trabaja para que ese panorama cambie, pero no se engaña con los plazos: los resultados se harán esperar “un mínimo de ocho años”.

“Tomo este trabajo tras un periodo de dos años sin una federación estable. Pretendemos en estos cuatro años organizar bien la gimnasia y enfocarnos en las categorías menores. Ahí es donde hay que apuntar para pensar en resultados”, opinó.

“Estamos en todo el tema de capacitación de técnicos y programas de desarrollo para esas categorías. Espero ver mejores resultados a nivel internacional en ocho años mínimo”, dijo.

A Tomás González le costó que su puesto de presidente federativo fuera aceptado por todos los estamentos de la gimnasia chilena porque, piensa, “hubo gente que estaba antes que no quería cambios”.

“Pero fuimos nosotros los elegidos por el comité olímpico. Somos los que tenemos la representación de Chile a nivel internacional y contamos con un buen equipo de trabajo”, afirmó.

El primer gimnasta olímpico que tuvo su país no tiene “una personalidad hacia el lado político”, pero se ve capaz de hacer “un buen trabajo para la gimnasia chilena, con gente profesional, paso a paso”.

Chile enviará a sus equipos juveniles a los Juegos Sudamericanos de la Juventud que comenzarán el viernes en Santiago.

González recuerda que su equipo directivo no participó en la preparación del ciclo olímpico “desde el inicio” y la organización le viene heredada. Aun así, confía en tener gimnastas finalistas en esa cita deportiva. Y mencionó a Martina Palamara como una joven gimnasta prometedora.

Respecto a su propio futuro como competidor, al final de año hará “una evaluación” para decidir si sigue “un año más”.

“No estoy pensando en los próximos Juegos Olímpicos aún, pero sí sé que, si quisiera prepararlos, tendría que tomar la decisión el próximo año porque en 2019 empiezan los clasificatorios”, indicó.

“Después de dos ciclos olímpicos estoy bastante desgastado, prefiero no acelerar las etapas”, añadió.

No es la primera vez que Tomás González busca la compañía del equipo español de gimnasia y de su seleccionador, Fernando Siscar, para preparar una competición.

“Siempre me han recibido muy bien. Fernando Siscar es un supertécnico y en verdad admiramos mucho el trabajo que hacen. La atmósfera de trabajo en el gimnasio es muy buena y nos ayuda mucho”, aseguró.

González ofreció antes de viajar a Montreal un pronóstico sobre el resultado: ganarán el oro “el japonés Kohei Uchimura o el ucraniano Oleg Verniaiev en el concurso completo” y el también nipón Kenzo Shirai en suelo.

“Los demás tenemos un nivel más parecido, pero él se escapa”, dijo sobre el actual campeón.

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