Un torneo dilapidado

Mario Parra

Nueve de los 16 equipos de Primera División quedaron eliminados de la Copa Chile. Colo Colo se va después de una intertemporada y la UC es premiada con vacaciones.



En una verdadera tragedia para los equipos de Primera División se convirtió la segunda fase de la Copa Chile. Nueve equipos, es decir, más de la mitad de los de la máxima categoría quedaron afuera ante equipos de Primera B y de Segunda División.

Y a pesar de que el premio es una clasificación a la Copa Libertadores como Chile 4, no fue suficiente incentivo para los equipos que asomaban como favoritos.

Diversos factores influyeron en el descalabro. En la mayoría, exceso de confianza, ya sea porque los entrenadores optaron por equipos alternativos o porque los titulares se relajaron. Hay ejemplos, como el de Universidad Católica, que con su equipo estelar no fue capaz de capitalizar el triunfo 2-1, en Calama, sobre Cobreloa, y terminó eliminada al caer de local por 0-2 en la vuelta.

La situación no cayó para nada bien en el plantel, donde hubo voces de autocrítica. Sin embargo, como una forma de descomprimir el ambiente, el DT Beñat San José tomó la decisión de darles una semana de vacaciones a sus jugadores, pensando que no tendrán partidos oficiales hasta el 21 de julio.

En el cuadro loíno fueron más radicales y cesaron al técnico Rodrigo Pérez, a pesar de dar el gran golpe del certamen. La relación con la dirigencia ya estaba desgastada, por la campaña en la B.

Colo Colo, por su parte, optó por dosificar en la Copa Chile. El técnico Héctor Tapia decidió darle descanso a la mayoría del plantel y alineó con suplentes en la ida frente a Ñublense. Cayó 0-2. Y, a pesar de disputar la revancha con su mejor contingente, no les alcanzó para remontar la llave. En este caso, además, los albos solicitaron aplazar la revancha, para tener tiempo de realizar la intertemporada en Brasil. Los chillanejos accedieron a esta petición, por lo que la ANFP reprogramó la vuelta. Eso sí, producto de este gesto, los Diablos Rojos tendrán poco tiempo de descanso, ya que el domingo tendrán que visitar a Cobresal, en El Salvador.

La situación más dramática es la de O'Higgins. Los celestes fueron eliminados por Colchagua, de Segunda División, que se impuso por penales luego de haber igualado sin goles en los dos encuentros. La derrota provocó la salida de Gabriel Milito, quien ya generaba fuerte resistencia desde el Torneo Nacional.

Algo similar sucedió en Temuco. Los de la Araucanía fueron eliminados por Valdivia y su técnico, Dalcio Giovagnoli, dejó su cargo de común acuerdo con el club.

En tanto, Universidad de Concepción, cuyo invicto de 11 partidos lo tiene como sublíder del torneo, no fue capaz de superar a Puerto Montt, antepenúltimo de la Primera B. "La verdad es que la intención inicial de nosotros era competir en la Copa Chile, nos estábamos preparando para eso, y nos tocó un rival que en verdad nos sorprendió", analizó el DT Francisco Bozán. En todo caso, al Campanil también le ocurrió lo mismo el año pasado, cuando fueron eliminados por Iberia.

Fecha incómoda

Jugar la Copa Chile durante el Mundial y en pleno invierno no parece ser una decisión muy afortunada. De hecho, la ANFP intentó persuadir a los clubes de que no era una buena idea. No obstante, la mayoría de las instituciones insistió en que había que jugar más fines de semana y no sólo los 30 del Campeonato Nacional, ya que parten de la base de que sus jugadores cobran sueldo todo el año.

Salvo algunas excepciones, el público no ha acompañado los partidos. Universidad de Chile y Colo Colo fueron los equipos que más espectadores concentraron. Los azules congregaron más de 18 mil, el sábado pasado ante La Serena, mientras que los albos llevaron 12 mil ante Ñublense. Sin embargo, en varios partidos no se alcanzó a superar la barrera de los tres dígitos.

Ayer empezaron los octavos de final, donde los nueve equipos de Primera buscarán conservar el honor.

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