Sarah Jessica Parker: "Queremos fijarnos en los errores de los personajes"

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HBO estrena la segunda temporada de 'Divorce', serie que la actriz también produce.


De Sexo en Nueva York a Divorce, las series que Sarah Jessica Parker (Nelsonville, Ohio, 1965) protagoniza y produce tienen una cosa clara: su título. Si la primera se convirtió en un clásico hablando del amor y el sexo entre las neoyorquinas de clase alta de los años noventa, Divorce también hace honor a su título para enseñar el otro lado de la moneda: el desamor. Es una comedia menos frívola que su precedente en la carrera de la actriz, que llega ahora a su segunda temporada (estrenada el 21 de enero por HBO), con un cambio de tono. "Ningún divorcio es como uno se imagina", dice a EL PAÍS una actriz casada desde hace 20 años con el también intérprete Matthew Broderick. "Y este no es diferente. Pero dentro de los cambios que una situación así supone, esta temporada es más esperanzadora", apunta.

La serie de Sharon Horgan, autora e intérprete de Catastrophe, se centra en el divorcio de Frances (encarnada por Parker) y Robert (interpretado por Thomas Haden Church), una pareja en apariencia perfecta y acomodada, incluso algo aburrida y mundana. Apariencias que se vinieron abajo durante la primera temporada con un tono que, según la crítica, era demasiado cruel, especialmente al tratarse del primer papel protagonista de Parker en una serie desde su Carrie Bradshaw de Sex and the City.

"Desde que hace años empecé a darle vueltas al tema sabía que quería enseñar un matrimonio como nunca se había mostrado en televisión", afirma sobre una pareja con la que no se identifica ni se inspira en nadie que conozca. "Contamos con un experto en divorcios que nos asesora", puntualiza.

Eso no quiere decir que la ficción no tenga su sello. Parker admite que, como productora, está siempre muy encima de los proyectos. "Desde que me involucré en asuntos de producción no puedo ni imaginarme lo contrario", acepta quien espera rodar su siguiente toma mientras asiste a reuniones de guión o se pasa los almuerzos en reuniones de marketing. Sin embargo, mantiene la distancia ante los principales cambios de esta temporada, en la que la marcha por diferencias creativas de Paul Simms, productor ejecutivo original de la serie, fue cubierta por Jenny Bicks, guionista en Sex and the City.

Otras personas relacionadas con la antigua serie de Parker se han sumado también al equipo de Divorce, pero la actriz insiste en que ambas ficciones son muy diferentes. "Aquellos fueron tiempos muy especiales que nos permitieron explorar el mundo de la mujer, sus sentimientos sobre la vida, la política, el amor y el sexo a través de la amistad de cuatro amigas. En Divorce preferimos fijarnos en los errores de unos personajes fallidos y no necesariamente atractivos, pero también reales", señala.

Ahora es otro el debate social. Divorce llega en un momento de empoderamiento de la mujer del que Parker participa. Opina que le supuso un privilegio pisar vestida de negro la alfombra roja de la reciente gala de los Globos de Oro para mostrar su apoyo a la convocatoria de Time's Up en favor de las víctimas del abuso machista. "Es una cuestión dolorosa, pero inevitable y espero que productiva", asegura la actriz, madre de tres hijos, dos de ellas gemelas de ocho años, para las que desea una sociedad más equitativa. Por eso, lo que más le gusta de su actual trabajo es que atrae a ambos sexos. "Lo veo en Instagram y me encanta. Los tienes de parte de Frances o de Robert. Y eso me llena de orgullo, porque por muchos fallos que tengan, son humanos. Personas buenas, decentes, que toman decisiones erróneas".

Parker lleva casi toda la vida en el mundo del espectáculo. A sus 52 años, recuerda cuando acudía a rodajes ya desde los ocho, siempre con su madre, "mucho más de lo que una adolescente querría", se ríe. Pero su carrera le ha reportado el mejor negocio de su vida, al frente de su propia marca de calzado, herencia de su alter ego televisivo. "Nunca contaría con este negocio de no ser por Sex and the City y estoy eternamente agradecida", recalca.

Es ya el cuarto año al frente de la colección que lleva su nombre. Es algo que no se toma a la ligera y asegura que su trabajo respalda la labor que desarrolla también en el campo de la moda. "Le estoy pidiendo a la gente que se gaste los cuartos, así que más me vale que les dé lo que prometo", incide.

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