Sergio Lagos, animador de Canal 13: "Es importante saber que cuento con mi familia y que soy un tipo afortunado de estar donde estoy"

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El conductor habla con La Tercera de su vuelta con el programa Sigamos de largo, luego de reconocer un hijo fuera de su matrimonio tras una demanda de paternidad.


El jueves 2 de noviembre del año pasado fue el último día que Sergio Lagos apareció en pantalla, cuando estuvo al frente del capítulo final del programa prime El momento de la verdad, en Canal 13. Sin embargo, algunos días después, el 21 del mismo mes, el nombre del animador volvió a la coyuntura mediática, pero no desde la vereda profesional, sino que desde su costado más íntimo y privado.

En esa jornada se hizo pública una demanda de paternidad que recibió el conductor, por un hijo que tuvo fuera de su matrimonio con la cantante Nicole. Durante esas mismas horas, el propio Lagos reconoció públicamente el hecho.

Después de aquello, el animador no volvió a aparecer frente a las cámaras, ni siquiera en la Teletón, donde estaba asignado para la sección "Carpool karaoke". Él prefirió restarse de la enorme atención mediática que rodea el evento. Nada se supo del periodista, hasta que esta semana su casa televisiva anunció su regreso con un nuevo espacio de conversación, Sigamos de largo, el que hará con Marcos Silva y Marcelo Comparini.

Todo este tiempo fuera de pantalla, ¿responde a que usted decidió marginarse, a que el canal no le tenía proyectos designados, o a ambos casos?

Creo que tiene mucho que ver con mi presencia medial. Sí, el año pasado fue el año en el que históricamente menos televisión realicé en estos quince años en Canal 13, y creo que eso, sin duda, genera curiosidad. Pero no solo conmigo, también con mucha gente ligada a esta industria. La gente está acostumbrada a ver muchos más programas, muchos más conductores que en los últimos años. Estamos haciendo muchas menos horas de televisión. Por eso, este programa le devuelve al canal espacios, voces, opinión, y ciertos rostros que vuelven a la conversación.

¿Hubo alguna decisión concreta de alejarse?

No necesariamente, porque tampoco he estado tan lejos, ni tampoco en una especie de refugio en la montaña. He estado acá, haciendo mis cosas, muy atento al devenir del proceso del canal y haciendo algunas cosas en mis afanes musicales. Estoy permanentemente en movimiento.

Luego de haber estado expuesto por una situación de su vida personal, ¿siente que este regreso tiene un matiz muy distinto?

Me parece que es un retorno más. Es importante en lo grupal, en lo personal, para el canal. Siempre hay un vértigo especial por volver, pero no creo que sea para mí un antes y un después. Yo no he dejado de trabajar, no he dejado de hacer cosas. Todos los días me levanto y hago diversas cosas.

¿Cómo es regresar cuando se habló de usted desde un lado personal y no profesional?

Siempre uno espera que las conversaciones en las que uno está relacionado tengan que ver con el ámbito del quehacer profesional. Si bien yo tengo una vida pública, ciertamente conocida en algunos niveles, también hemos sido gente que ha tratado de mantener algunas cosas en nuestro ámbito personal y familiar.

¿Siente que su vida cambió a partir de lo sucedido el año pasado?

La vida cambia, siempre está en movimiento. Y el año pasado fue un año en que yo sentí importantes transformaciones que son relevantes. Hay momentos en que uno tiene que plantearse reflexiones importantes, tiene que encontrar los caminos para encontrar respuestas sobre muchas cosas. Pero todos los años tienen procesos de crecimiento y reflexión, y sin dudas, en los últimos meses yo he estado en ese proceso.

¿Cómo ha sido vivir el lado menos amable de ser un rostro conocido?

Es parte de, yo creo. Es el riesgo que no solo yo, sino todos los que hacemos un ejercicio público, lo vemos como parte de lo que hacemos. Hay que observarlo como tal, con la tranquilidad que requiere aquello. Cada uno de los que, de alguna manera, nos ponemos al frente de una pantalla o trabajamos con las comunicaciones, entramos en un círculo de conversación, en el cual somos intérpretes, pero también somos actores, y eso tiene lados amables, lados complejos y lados difíciles que hay que irlos matizando y observando diariamente.

¿Siente que supo llevar bien esta situación?

Opiniones, evaluaciones, no creo que me correspondan a mí establecerlas. Para mí, esto no es un tema de mi ejercicio público, es un tema personal. En el ejercicio público, tampoco soy el indicado para establecer si algo ha sido bien o mal hecho, o si las interpretaciones son buenas o malas. Yo he tratado de ser todo lo respetuoso para con el medio en el que trabajo, con mi familia, conmigo mismo y con los que estamos viviendo este proceso.

¿Cree que era necesario dar a conocer su opinión?

Mira, lo importante de este tema, es que esta historia tiene que ver con un fin máximo, que es el resguardo y la protección de un niño. Y desde el mismo ángulo, lo único que puedo decir es que, tanto yo como mi familia, en términos personales, estamos atentos en este tema, para lograr ese objetivo; lo mejor para este niño. Pero tampoco es un tema donde tenga permitido, ni puedo referirme a aquello. Entonces, no quiero hacer un análisis acucioso porque no corresponde, porque esto tiene que ver con un ámbito personal, del cual yo ya me he referido. Con toda lógica, entiendo la preocupación y el interés que esto provoca en la esfera medial. Pero creo que con lo ya dicho, he respondido acerca de este tema.

Volver a la pantalla conlleva entrevistas para promocionar su nuevo proyecto. ¿Tiene algún resquemor con eso?

No, no tengo ningún problema con conversar de todo. Soy periodista, y entiendo el afán y el ejercicio periodístico de preguntar. Pero también es cierto que con la misma naturalidad con que uno puede desenvolverse en ciertos temas, hay otros que tienen una estricta necesidad de resguardo. Y en este minuto no es solo por un resguardo personal, y familiar, también porque es un tema urgente y se nos exige a las partes tener cierto control de esta información.

¿Fue usted el que decidió marginarse de la última Teletón?

Sí, decidí marginarme de la Teletón, porque estaba en un proceso personal muy intenso como para estar haciendo un ejercicio público que requiere una energía, un tono, una fuerza especial. En ese minuto consideré que no era el instante para combinar estos dos mundos en un proceso.

¿Cómo está hoy su mujer, Nicole?

Mi mujer está bien. Este es un momento en el que hemos estado muy unidos, y yo estoy muy agradecido, feliz, y viviendo un momento muy especial con mi familia, y creo que lo más importante es saber que cuento con ellos, y que soy un tipo muy afortunado de estar donde estoy, con las certezas, y con el cariño, el apoyo y el amor permanente de ellos.

¿Cree que el público lo ve de otra forma ahora?

Ese es un análisis que tiene que dar el público, no yo. De alguna manera, ese público también es diverso, es amplio. Hay gente que me conoce desde mis primeras apariciones en radio, y hay otra gente que jamás me ha visto en televisión, y si con una guitarra en la mano. Creo que el público es muy amplio, y no me atrevería a hablar por él. Ese es un análisis que no me corresponde.

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