Boris Johnson, quien se encuentra en Nueva York para la Asamblea General de la ONU, dijo estar en "desacuerdo" con la decisión del máximo tribunal.
Angélica Vera
24 sep 2019 10:04 AM
Boris Johnson, quien se encuentra en Nueva York para la Asamblea General de la ONU, dijo estar en "desacuerdo" con la decisión del máximo tribunal.
De acuerdo a la justicia británica, la medida tomada por el primer ministro no fue legal "porque tuvo el efecto de frustrar o impedir la capacidad del parlamento para llevar a cabo sus funciones constitucionales sin una justificación razonable".
Las conversaciones continuarán esta semana en Bruselas y Nueva York, con reuniones previstas entre Johnson, y el presidente de la UE, Donald Tusk, este lunes por la tarde.
Las dos cámaras del parlamento británico vieron sus labores detenidas durante cinco semanas, entre el 10 de septiembre y el 14 de octubre, o sea, hasta sólo dos semanas antes del Brexit.
Este jueves, se completa el tercer y último día de audiencias ante la Corte Suprema de Londres contra la suspensión parlamentaria del pasado 10 de septiembre. John Major (premier entre 1990-1997) acusó en la instancia que la decisión de Johnson estuvo motivada "para asegurarse de que no hubiera actividad parlamentaria" previo a la discusión del Brexit.
Irlanda del Norte y la República de Irlanda comparten una frontera de 500 kilómetros y sus habitantes la cruzan a diario. Se teme que en el caso de un Brexit sin acuerdo con la Unión Europea se vuelvan a restablecer los controles fronterizos.
El Tribunal Supremo, en un proceso judicial de tres días, analizará si el jefe del Ejecutivo actuó ajustándose a la legalidad o frustró la soberanía parlamentaria al cerrarlo durante cinco semanas en vísperas del Brexit. Esto, estudiando los dictámenes emitidos por dos tribunales diferentes: el Superior de Londres, que falló a favor del gobierno, y el de Apelaciones de Escocia, que lo hizo en contra.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, señaló tras un almuerzo de trabajo con Johnson que "es responsabilidad del Reino Unido presentar las soluciones legalmente operacionales, que sean compatibles con el acuerdo de retirada".
El mandatario británico ha prometido abandonar el bloque como asunto "de vida o muerte" y se ha comparado con el enfurecido superhéroe verde Hulk, al decirle al periódico Mail on Sunday que "Cuanto más se enoja Hulk, más fuerte se vuelve, y siempre escapa (...) y ese es el caso para este país".
El premier comparó a su gobierno con el personaje de historietas para afirmar que el Reino Unido llevará a cabo la salida de la Unión Europea, a como de lugar, el próximo de 31 de octubre.
En Bruselas, una portavoz de la Comisión precisó que los dos dirigentes mantendrán una comida de trabajo.
Tras concretar el receso (que durará hasta el 14 de septiembre, sólo 2 semanas antes de la salida de la UE), la oposición denunció un intento de Johnson de impedir a los parlamentarios a que bloquearan un Brexit sin acuerdos y que, además, habría ocultado los reales motivos a Isabel II.
El juez del tribunal de la capital norirlandesa, Bernard McCloskey, rechazó este jueves el caso presentando por tres demandantes que argumentaban que un Brexit sin acuerdo -que es el que contempla el gobierno de Boris Johnson- amenazaría los acuerdos entre Londres y Dublín que "apuntalan la cooperación transfroteriza" en la isla de Irlanda.
Ante la denuncia de los opositores a un Brexit sin acuerdo -quienes acusan un bloqueo de parte de Johnson-, el tribunal de apelación de Edimburgo consideró que la medida tiene "como objetivo obstaculizar al parlamento".
La iniciativa fue presentada por el Partido Laborista y tuvo 311 votos a favor y 302 en contra.