Ese es el espíritu que Sebastián Valenzuela y Bernardita Leppe quisieron darle a su casa construida en Santo Domingo. Un lugar donde el arte, la creatividad, el humor y la naturaleza se conectan para dar vida a espacios únicos, que concilian asertivamente el relajo familiar y el taller del artista.
Por Magdalena Rencoret Producción Francisca Zamorano Fotos Rodrigo Cisterna
30 ene 2020 00:30 PM