Seguidores, detractores, aliados, enemigos, amigos, admiradores con culpa o disidentes. Fidel Castro no fue ajeno para la historia de Chile, y para muchos chilenos, desde gobernantes, escritores, políticos y hombres que de una u otra forma se sumaron al proyecto cubano. Mientras uno fue su némesis, otro fue su principal competidor. A ninguno dejó indiferente, y Castro tampoco se guardó su artillería, verbal o real.
Pedro Schwarze
27 nov 2016 03:00 AM