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Se ganó ese apodo tras escapar de un barco de lujo mientras se hundía, incluso con pasajeros en su interior. En el momento en que ocurrió el impacto, él disfrutaba de una romántica velada con su amante, pero ese no fue el único motivo que desató una catástrofe que acabó con más de treinta muertos y un centenar de heridos.

El llamado "capitán cobarde", de 56 años, no asistió a la audiencia y se presentó inmediatamente a la cárcel romana de Rebibbia para cumplir su condena.

Según señaló el abogado de Francesco Schettino no hubo relación entre la actuación del capitán y la muerte de los 32 pasajeros del buque.

Francesco Schettino relató cómo tomó la decisión de abandonar el crucero mientras naufragada, durante el juicio en que es acusado de homicidio culposo.

Durante una nueva vista por el naufragio del crucero, Schettino acusó a sus oficiales de no haberle avisado de que estaban demasiado cerca de las costas.

Schettino está procesado por homicidios múltiples por imprudencia, abandono del barco y daños causados al medio ambiente.

Francesco Schettino está siendo juzgado en Italia por homicidio involuntario, por provocar un accidente y abandonar el barco que naufragó en enero pasado, dejando 32 muertos.

Testigos afirman que la joven de 25 años habría estado en la cabina de mando junto al capitán y otros oficiales. La mujer no estaría registrada entre los pasajeros ni tampoco formaría parte de la tripulación.

En Italia lo erigen como un héroe nacional, mientras el mundo continúa admirando su emplazamiento contra Francesco Schettino. Según medios italianos el comandante representa el valor de una nación que se considera humillada.

Francesco Schettino declaró hoy ante la jueza Valeria Montesarchio, quien realiza la investigación sobre el accidente ocurrido en aguas de la isla italiana de Giglio.

Prensa italiana reveló un diálogo entre Francesco Schettino y la Capitanía de Puerto, donde confirma que el capitán abandonó el barco antes de que se evacuara a todos los pasajeros y no volvió, a pesar de que se le ordenó regresar.