Su salida de Santiago es inminente. Luego de que el fiscal Arias lo llamara a declarar como imputado, los planes de sucesión se aceleraron para que el arzobispo no estuviera presente en la celebración del tedeum. La presión tuvo efectos: ayer el cardenal Ezzati anunció que no presidirá la tradicional ceremonia. Hoy, el Papa está en la cuenta regresiva: el tiempo corre en Chile y en Roma.
Carla Pía Ruiz y Francisco Artaza
5 ago 2018 00:32 AM