El Presidente de EE.UU. echó gran parte de la culpa de la caída del gobierno afgano a sus Fuerzas Armadas, por no luchar contra los talibanes.
Siobhan Hughes y Catherine Lucey/The Wall Street Journal
16 ago 2021 08:28 PM
El Presidente de EE.UU. echó gran parte de la culpa de la caída del gobierno afgano a sus Fuerzas Armadas, por no luchar contra los talibanes.
Los talibanes afirmaron en varias ocasiones que respetarían los derechos humanos si regresaban al poder en Afganistán, enfatizando en los de las mujeres, pero de acuerdo a los “valores islámicos”.
El experto en Medio Oriente dice a La Tercera que "se ha vuelto de alguna manera a la situación de 2001", cuando los insurgentes gobernaban el país.
El jefe del Comando Central de Estados Unidos, el general Kenneth McKenzie, les exigió a los funcionarios talibanes en una reunión cara a cara el domingo en Doha que no atacaran el aeropuerto.
Sahraa Karimi es la realizadora más importante del país asiático y escribió en Twitter una carta ante el retorno de los talibanes al poder. Fue apoyada por directores de distintos lugares.
El Mandatario regresará a Washington, cortando su descanso en la residencia presidencial de Camp David, y se pronunciará sobre Afganistán en el Salón Este de la sede del Ejecutivo.
Previamente Estados Unidos anunció tampoco realizará, de manera temporal, operaciones militares aéreas.
El grupo fundamentalista islámico había avanzado rápidamente a lo largo del país durante la última semana, ayudados por la retirada de las tropas estadounidenses. Tras la huida del Presidente y la desaparición de las fuerzas de seguridad afganas el domingo, los combatientes lograron tomar el control de la capital y apuestan por una "transferencia pacífica del poder".
Desde comienzos de mayo, cuando se concretó el inicio de la retirada de las tropas de Estados Unidos hasta hoy los talibanes lideraron una acelerada captura de todo el territorio del país, que cayó en sus manos en poco más de tres meses.
Tras la caída de varias grandes ciudades en manos de los talibanes, la capital afgana quedó bajo asedio como la última defensa de las fuerzas del gobierno, que en otras partes se han desmoronado ante el implacable avance insurgente. Los combatientes rebeldes están acampados a solo 50 kilómetros de distancia, dejando a Estados Unidos y otros países corriendo para evacuar a sus connacionales en Kabul ante el temor de un asalto sin cuartel. Helicópteros iban y venían entre el aeropuerto capitalino y la zona de la embajada estadounidense en la resguardada Zona Verde, lo que recordó la evacuación norteamericana de Saigón 46 años atrás, que marcó el fin de la Guerra de Vietnam.
Los insurgentes completaron la toma de Kandahar, la segunda ciudad más grande del país y lugar de nacimiento del movimiento islamista, y detuvieron a un caudillo que organizó las fallidas defensas de la urbe occidental de Herat. Las adquisiciones les otorgan el control total del sur y el oeste de Afganistán. Decenas de miles huyen.
El comunicador Jorge Said se encuentra en el país asiático en momentos en que el grupo insurgente va ganando control de distintas capitales provinciales. Esto luego del inicio del retiro de tropas de Estados Unidos y de la OTAN.
Mena Mangal había escrito recientemente en las redes sociales que sentía que su vida corría peligro.
Un insurgente suicida se inmoló con un coche bomba a la entrada del edificio, abriendo paso para dos compañeros armados que penetraron en el recinto.
Entre los fallecidos hay dos policías y dos insurgentes. Los explosiones coordinadas además dejaron seis civiles heridos .