La divisa se dirige así a su cuarta baja consecutiva, acumulando en el año una contracción de más de 12%.
23 ago 2022 08:34 AM
La divisa se dirige así a su cuarta baja consecutiva, acumulando en el año una contracción de más de 12%.
De acuerdo al indicador publicado por la corporación S&P Global, la actividad se encuentra en su nivel más bajo en dieciocho meses.
De acuerdo a la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, en julio los procesos de liquidación de empresas totalizaron 80 solicitudes, mientras que entre enero-julio la tendencia es la misma, con una caída de 33,8% y 614 solicitudes. La realidad de la insolvencia de las personas es similar: en el séptimo mes del año retrocedieron 31,7%.
De acuerdo al análisis, los principales factores externos que explican esta alza es el fuerte ajuste del precio del cobre, la desaceleración de la actividad manufacturera en Estados Unidos y el alza de tasas de interés de corto plazo. A nivel interno, los principales determinantes son el aumento de la incertidumbre económica y la caída de la confianza empresarial.
En una sombría evaluación del Instituto Nacional de Investigación Económica y Social se concluye que la renta real media disponible caerá un 2,5% este año y permanecerá un 7% por debajo de su nivel anterior a la crisis hasta 2026.
Para Alemania, la economía más grande de Europa, la esperanza de evitar una recesión disminuye día a día, mientras que el país depende más que la mayoría del gas natural ruso.
“Mi esperanza es que pasemos de un crecimiento rápido a un crecimiento constante”, dijo el propio presidente estadounidense.
El equipo de Biden, incluida la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, se han desplegado en los últimos días en preparación para el reporte el jueves de los datos del producto interno bruto trimestral, reforzando la señal de que la definición formal de una recesión es compleja y va más allá de simplemente dos trimestres de crecimiento negativo.
Las medidas para hacer que la economía sea más resistente a los golpes, en particular los de la energía, podrían aliviar la amenaza de una grave recesión. Washington corre el riesgo de depender excesivamente de la Fed para bajar la inflación reduciendo la demanda, en lugar de que otros responsables políticos trabajen para aumentar la capacidad de la economía de suministrar más bienes y servicios, o trabajadores.
De acuerdo con un informe de Clapes UC, “la publicación de cifras económicas se produce con rezagos, por lo que la utilización de indicadores adelantados o contemporáneos que permitan anticipar el cambio de ciclo es de gran utilidad para identificar en tiempo real si los países están entrando en una fase recesiva”. Así, según el análisis, existe un 61% de probabilidad de que el país caiga en recesión en 2022.
Los fondos soberanos del país cuentan con menos recursos que en 2009, cuando golpeó la crisis subprime. Mientras en 2021 la deuda bruta llegó a 36,3% del PIB, en 2008 llegaba a 4,9% y en 2009 de 5,8%.
La economía china se expandió en junio al ritmo más lento desde el brote del coronavirus en Wuhan en 2020.
"Está bien que haya acciones compensatorias a esos grupos (de menores ingresos), para aliviar esta situación. La canasta está muy concentrada en alimentos y combustibles. Si se va a hacer eso me gustaría que se recorte gasto en otra parte", dijo el expresidente del Banco Central con respecto al bono invierno. Afirmó además que más de $100 del precio del dólar es por la incertidumbre interna.
Si bien para 2022 la proyección de PIB subió de 1,5% a 1,6% -con la demanda aumentando de -1% a 1,3%-, la situación cambia para 2023. En su escenario base, el gobierno espera ahora una caída de 0,1%. Los economistas suscriben que el próximo ejercicio la actividad podría contraerse. Además, el alza de ingresos llevaría al déficit fiscal a cerca de 0% este año.