En un partido áspero y mal jugado por la Roja, el Rey Arturo marcó la pauta con un cabezazo valiente, a centímetros del suelo. La improvisación de un crack que terminó segundos después en el empate ante Australia. Con el paso a semifinales se olvidaron los reproches y las malas decisiones. El único que se fue enojado y solo al camarín fue Alexis.
Álvaro Poblete, enviado especial a Moscú
26 jun 2017 00:55 AM