El round de las laicas con el nuevo obispo auxiliar de Santiago nombrado por el Papa

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Tras los polémicos dichos del sacerdote Carlos Irarrázaval, quien señaló que quizás a las mujeres "les gusta estar en la trastienda" y que "en la Última Cena no había mujeres sentadas a la mesa", la organización denominada Mujeres Iglesia escribió una carta dirigida al mismo Pontífice, en la cual se quejan por lo ocurrido. "Nos preocupan de sobremanera sus declaraciones respecto de las mujeres, y su lectura y conocimiento bíblico e histórico", dicen en la misiva.


"En la Última Cena no había mujeres sentadas a la mesa" y "quizás a ellas mismas les gusta estar en la trastienda" son algunas de las apreciaciones sobre el rol de la mujer en la Iglesia que dio la semana pasada el recién nombrado obispo Carlos Irarrázaval, en una entrevista con CNN.

El sacerdote llegó en 2011 a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Providencia, para suceder a Juan Esteban Morales. Se trata del templo que se hizo conocido en 2010 por los abusos allí cometidos por Fernando Karadima. Su arribo, sin embargo, no fue sencillo y su experiencia para unificar a una comunidad herida se cree que fue clave en su nombramiento.

El 22 de mayo reciente el Papa Francisco anunció que Irarrázaval, junto con el argentino Alberto Lorenzelli,  serían nombrados como obispos auxiliares de Santiago. La arquidiócesis, luego de la renuncia masiva de la Conferencia Episcopal en Roma hace un año, tiene a gran parte de sus obispos auxiliares fuera de sus cargos, en regiones, como administradores apostólicos de las diócesis donde el Papa le aceptó la dimisión a los prelados. Es el caso de Fernando Ramos (Rancagua), Galo Fernández (Talca), Pedro Ossandón (Valparaíso) y Jorge Concha (Osorno).

Laicas levantan la voz

El problema para el recién nombrado obispo Irarrázaval es que sus palabras no pasaron desapercibidas. Esta semana no solo tuvo que ofrecer disculpas a la Comunidad Judía, ya que además afirmó que "la cultura judía es una cultura machista hasta hoy día". Ayer también tuvo que retractarse de sus dichos sobre las mujeres. En el sitio web del Arzobispado de Santiago señaló que "días atrás, al conceder una entrevista a un medio de comunicación, utilicé expresiones que han provocado molestia e incluso dolor en muchas personas, especialmente al referirme al rol de las mujeres en la vida de la iglesia (…) Quisiera pedir muy sinceramente perdón por el sufrimiento y desconcierto que mis declaraciones pudieron causar".

En la misiva, de cuatro párrafos, el nombrado obispo añadió que "estoy comprometido con el Señor en trabajar por la comunión de la Iglesia, sabiendo que sinodalmente todos somos constructores -mujeres y hombres- con la riqueza de nuestras diferencias, para una Iglesia más acogedora e inclusiva".

La principal agrupación de laicas a nivel nacional, llamada Mujeres Iglesia, no tardó en manifestarse. Formada por alrededor de 120 integrantes, su objetivo, explican ellas mismas, es "reflexionar críticamente sobre el rol de la mujer en la Iglesia y anunciar el evangelio de nuestro ser mujer".

Así, después de unos días de reflexión, se coordinaron por correo electrónico para escribir una carta pública dirigida al Papa Francisco, que se le hará llegar una vez que este sábado termine el proceso de recolección de firmas.

"Necesitamos no solo hombres de bien, sino líderes preparados, con una teología y visión del mundo actualizadas, que dialoguen con los tiempos y con una experiencia lúcida y adulta. Lo que hemos escuchado del designado obispo auxiliar no tiene nada de esto y es altamente preocupante", se sostiene en uno de los párrafos de aquella misiva.

Judith Schönsteiner, académica de la UDP y laica coordinadora del grupo Mujeres Iglesia, descartó que esta fuese una petición de renuncia: "La carta se refiere al modo de nombrar los obispos y a los argumentos teológicos y eclesiológicos con los cuales criticamos su visión de la mujer y su visión de los evangelios sobre la mujer".

Respecto de las disculpas públicas entregadas ayer, la coordinadora de la red indicó que "creo que una carta es una primera respuesta, ni siquiera podría decir si respondió a nosotras, porque no lo dice. Yo hubiera pensado que a lo mejor podría reparar un poco en el contenido de sus dichos".

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