Ezzati y Errázuriz por salida especial: Cómo fue el aterrizaje de los renunciados obispos en Chile

Desde las 8.15 comenzaron a circular por los pasillos del aeropuerto de Santiago algunos de los 34 miembros de la Conferencia Episcopal, que se reunieron con el Papa Francisco en un cónclave que se extendió por tres días en el Vaticano y que terminó con la renuncia masiva de los sacerdotes frente a la máxima autoridad de la Iglesia.

"Queremos anunciar que todos los obispos presentes en Roma, por escrito, hemos puesto nuestros cargos en las manos el Santo Padre para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros", dijeron en una declaración", dijeron esta mañana en una declaración Fernando Ramos y Juan Ignacio González, quienes leyeron una nota minutos después de las 12.30 hora de Roma en la sala Pío X, a un costado de la Vía de la Conciliazione a pasos de la Plaza San Pedro, según informó La Tercera.

Pero la puesta en escena en Chile no incluyó vocerías de quienes todos esperaban una palabra. Gran parte de los prelados que venían en el vuelo de Al Italia 688 y que aterrizó a las 0730 horas en nuestro país, guardaron silencio. De hecho, nombres como el arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati y el cardenal Francisco Javier Errázuriz, fueron sacados por la salida de protocolo del aeropuerto, lo que les permitió esquivar las preguntas de la prensa. Así, se les vio abandonar el lugar en autos de color negro conducidos por un chofer. Algunos, como Errázuriz, viajaron solos en los vehículos.

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Errázuriz en la salida protocolar del aeropuerto de Santiago.

Foto Reinaldo Ubilla

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También salieron del aeropuerto el obispo de Rancagua, Alejandro Goic, entre otros. El obispo de Chillán, Carlos Pellegrin, se detuvo unos momentos frente a los periodistas y en una conferencia de prensa improvisada explicó por qué dos de los 34 obispos no firmaron la carta de renuncia al Papa Francisco: "El obispo de Aysén y el obispo castrense no pueden firmar porque su dependencia es diferente. Sin embargo, su disposición es absoluta, igual que la del resto de los obispos de Chile, para que el Papa esté libre. No queremos decirle al Papa que maneje este barco solo, sino por el contrario, está con nosotros y nos duele el corazón como a él", dijo mientras las personas presentes alrededor escuchaban atentos las palabras de Pelegrin.

Sobre la dimisión masiva de los prelados, Pellegrin señaló que "lo nuestro es decirle al Santo Padre que estamos a su disposición, pensando en tantas víctimas que hoy día sufren, muchas que todavía no conocemos y con las que queremos colaborar. Con dolor y con vergüenza, incluso algunos no siendo directamente relacionados".

Aunque ahora los obispos están a la espera de que el Papa los ratifique caso a caso, por ahora siguen siendo los prelados de sus respectivas diócesis. "Cuando usted pone a disposición del Santo Padre su cargo, está reiterando algo que siempre existe. El Papa nombra al obispo y sólo el Papa lo puede remover. La situación es que seguimos en completo control y rol como obispos en nuestras diócesis. El Papa sabe que en algún momento nos va a pedir a alguno de nosotros dar un paso al costado, lo haremos por amor a la Iglesia, pero no es que no haya obispos en Chile", añadió la autoridad de la iglesia de Chillán.

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Ricardo Ezzati en la salida protocolar del aeropuerto de Santiago.

Foto Reinaldo Ubilla[/caption]

Otro de los que apareció por el embarque internacional fue el obispo de San Felipe, Cristián Contreras Molina. El prelado intentó evadir a la prensa durante su salida y fue, al igual que Errázuriz y Ezzati, llevado a la salida de protocolo del aeropuerto. Consultado por el documento que el Papa les entregó el martes pasado a todos los obispos y donde se aseguró que hubo destrucción de documentos que formaban parte de las pruebas en las investigaciones por abuso sexual de quienes llevaban las indagatorias aseveró "no conocerlos ni tener información".

Pelegrin coincidió con su par de San Felipe y afirmó desconocer esa situación. Agregó: "me parece completamente inadmisible, inaceptable para una comunidad que tiene que trabajar por la transparencia y la verdad. Por eso que al Papa le duele, por eso a nosotros nos duele, y por eso estamos trabajando para recuperar todo lo que haya que recuperar".

Al cierre de esta edición se esperaba también la llegada del polémico obispo de Osorno Juan Barros, pero hasta ahora se especulaba que podría haber abordado un vuelo desde Roma que tenía conexión en Sao Pablo, Brasil.