"Flor" de Diputado

El primer mes como legislador del diputado Florcita Alarcón no ha pasado desapercibido. A su ya controvertida forma de vestir (poco tradicionales para la usanza del Congreso) y a sus características antenas (que quedaron retratadas en la página oficial de la Cámara), sus polémicas declaraciones y actuaciones han marcado la pauta de la discusión política de la Cámara de Diputados.

La polémica más reciente, viene de las afirmaciones del Diputado que admitió que no le interesaba en lo más mínimo llegar al Congreso y que su candidatura, más que una apuesta formal, era una ayudita al Partido Humanista, para que no perdiera su reconocimiento legal. Tanta habría sido la sorpresa del resultado electoral, que el propio Florcita no asistió a ningún evento el día de elecciones, pues no estaba dentro de sus cálculos el llegar como parlamentario a Valparaíso. No era novedad, ya antes había quedado fuera sacando 3.000, 6.000 y 11.500 votos en elecciones pasadas. Sin embargo, el destino quiso que fuera distinto. Con solo 6.500 votos y, gracias al nuevo sistema electoral, Florcita Alarcón fue electo Diputado por Curicó y Talca, y será su representante por los próximos 4 años.

De Maistre afirmó, hace un par de siglos, que cada pueblo tenía el gobierno que se merecía, buscando hacerse cargo de aquellos hechos que nos avergüenzan de nuestros líderes o dirigentes políticos. Precisamente, en el centro del bullying colectivo que algunos hacen al Diputado Alarcón, esta esa idea de que algunos parlamentarios no estarían a la altura de lo que se espera en su función y que sería necesario establecer requisitos. Un poco más allá han ido un grupo de diputados oficialistas que proponen reducir el número de parlamentarios (incrementados en la reciente reforma electoral), lo que traería, como consecuencia, que un Diputado con tan baja votación como Florcita Motuda no sería reelegido nuevamente.

¿Necesitamos establecer requisitos exigentes para ejercer el cargo de Diputado o Senador? ¿Es aconsejable reformar la ley electoral para reducir el número de parlamentarios? No lo tengo claro.

A la visión extremista de la condena al diputado Alarcón, respondo con las palabras del propio legislador: "Yo represento a un tipo de persona que es diferente y que nunca ha sido representada en el Parlamento antes". En efecto, con altos requisitos de ejercicio o de votación, el parlamento solo estaría limitado a un grupo aún más exclusivo de personas que no necesariamente (o que evidentemente), representan intereses claros y específicos alejados de la masa popular.

En una época donde reina la desconfianza hacia los políticos y la legitimidad del Congreso y de los Partidos Políticos está en su mínimo histórico, es sano cuestionarse si la incorporación de figuras excéntricas como Flor Motuda o Pamela Jiles; de jóvenes liderazgos en la izquierda y en la derecha; y de una composición más variada y heterogénea de la Cámara de Diputados; pueden terminar haciéndole un gran favor a la política.

Como alguna vez dijo Jaime Guzmán, refiriéndose a una actuación de Florcita Motuda en el Festival de Viña, podrá ser controvertido y polémico, pero tiene una capacidad imaginativa y una inteligencia para idear y planear su actuación verdaderamente notable. Es de esperar que toda esa creatividad del Diputado Alarcón sea puesta al servicio del Congreso y su genialidad, ayude a la política a salir del fondo de la desaprobación ciudadana.