Las claves para entender el arrollador triunfo de Putin

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TOPSHOT - Presidential candidate, President Vladimir Putin addresses the crowd during a rally and a concert celebrating the fourth anniversary of Russia's annexation of Crimea at Manezhnaya Square in Moscow on March 18, 2018. / AFP / Kirill KUDRYAVTSEV...

La imagen de estabilidad encarnada por el mandatario, quien explotó el temor de los rusos, unido al hipernacionalismo y la falta de competencia real durante las elecciones permitieron que Putin permanezca en el Kremlin hasta 2024.


Vladimir Putin se presentó a las elecciones del domingo, las que ganó con un 76% de los votos, con un lema que lo sintetizaba todo: "Un presidente fuerte, un país fuerte". Y esa imagen encarnada por el mandatario ruso parece ser la principal razón de la reelección que lo instalará en el Kremlin hasta 2024.

Para millones de rusos, Putin es el hombre que devolvió la estabilidad al país después del caos político y económico de los años 90. No por nada el nombre del mandatario en ruso significa "el camino". "Para algunos es el hombre que levantó una Rusia que estaba de rodillas, que volvió a dar lustre a las Fuerzas Armadas y a la industria militar", comenta el politólogo ruso Konstantin Kalatchev.

A la par de esa imagen de estabilidad que Putin inspira en los rusos, también parece haber pesado el temor que precisamente genera en la población el retorno a la inestabilidad de los 90. Es lo piensa el analista ruso Kirill Rogov, para quien Putin "logró explotar todos los miedos y los complejos de la población". "La gente tiene pánico de perder lo que tiene, y ese miedo es particularmente fuerte en el interior, donde la vida es más difícil", comenta Rogov en alusión a la recesión y la caída en el nivel de vida que marcó el último mandato del líder del Kremlin.

Y pese a que "casi el 14% de la población está viviendo por debajo del umbral de la pobreza", como dijo a La Tercera investigador holandés y experto Marcel H. Van Herpen, Putin parece constituirse en la única esperanza de los rusos. Y el mandatario lo sabe y se aprovecha de eso. "Esta falta de perspectivas económicas ha sido 'compensada' con el hipernacionalismo y el patriotismo", argumenta Van Herpen, autor de varios libros sobre Putin.

Muestra de ello, es que Putin cerró su campaña en la anexionada península de Crimea y en medio del terremoto diplomático con Londres provocado por el envenenamiento del doble agente Sergei Skripal en Reino Unido. Para esa inmensa mayoría de pro-Putin, el envenenamiento del ex espía y de su hija en Salisbury no fue más que un "complot occidental" para perturbar las elecciones.

Aunque el abanico de aspirantes era amplio, con ocho candidatos en las papeletas, todos sabían que sólo Putin podía ganar. Una falta de competencia real durante las elecciones que hoy fue denunciada por los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que se suma a las restricciones a las libertades de expresión y reunión durante la campaña. "Una elección sin competencia real, como hemos visto aquí, no es una elección real", publicó dicha institución en un comunicado. El veredicto de la OSCE llega después de que los críticos del Presidente ruso denunciaran también irregularidades en el proceso electoral, entre ellos el líder opositor Alexei Navalny, inhabilitado para concurrir a las elecciones.

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