"No se puede hacer política mirando el espejo retrovisor": La incomodidad de la Nueva Mayoría con la omnipresencia de Bachelet

"La defensa del legado". El mantra del bacheletismo comienza a incomodar a un sector de la ex nueva Mayoría, que a seis meses de haber perdido el gobierno aun no encuentra una figura a la que potenciar y ha visto cómo naturalmente la vocería de la oposición va recayendo en personeros del ex gabinete, particularmente en los ex ministros Paula Narváez y Gabriel de la Fuente, hoy miembros de la Fundación Igualdad.

La sorpresiva convocatoria que la Presidenta Michelle Bachelet hizo a su ex gabinete el martes pasado en la sede de su nueva Fundación tuvo un doble efecto en la oposición. Hubo quienes se alegraron por la convocatoria y la señal política que daba la ex mandataria de que seguirá activa políticamente. Pero también hubo quienes lamentaron que a pocos días de la cuenta pública la foto de la oposición fuera la de un gabinete ya inexistente.

La versión que surgió del encuentro de Bachelet con sus ex ministros es que la ex Presidenta transmitió la necesidad de colaborar y dar espacio a los partidos de la ex Nueva Mayoría. Pero en la oposición se quejan de que ese mensaje no tiene un correlato con un gesto hacia las colectividades que la apoyaron.

El presidente de la DC, Fuad Chahín, plantea abiertamente lo que varios en el PPD y el PS comentan en privado. Sostiene que la Presidenta y su equipo tiene todo el derecho de defender su obra, pero que es necesario avanzar. "La responsabilidad política de quienes estamos en los partidos es ser capaces de proyectar nuevos liderazgos. No se puede hacer política mirando por el espejo retrovisor. Hay que tener capacidad de proyectar nuevas figuras. No me imagino un partido ni un sector político que se proyecte mirando hacia el pasado", dice el timonel DC.

El consultor y ex subdirector de la Secom, Carlos Correa, dice que Bachelet y su equipo hacen que la conversación sea sobre el pasado. "Para volver al gobierno hay que hacer que las conversaciones sean sobre el futuro. Y eso lo tienen que hacer quienes son líderes de la oposición hoy. No puede ser que la agenda política sea discutir permanentemente si el gobierno de Bachelet fue bueno o malo, porque ya terminó".

El senador PPD Jaime Quintana es de los que cree que la presencia de Bachelet en el debate público suma. Dice que nadie debiera sorprenderse por su rol, porque es el que deben tener todos los ex mandatarios una vez que dejan La Moneda. "Ella anunció que se quedaba en Chile y eso es para quedarse en la casa, sino que para opinar de política. Un presidente debe hacerlo así. Asimismo lo hizo el ex presidente Sebastián Piñera cuando salió del gobierno. Ellos pueden acompañar el debate público", asegura el parlamentario.

En la ex Nueva Mayoría resienten que la Presidenta no haga gestos hacia los partidos y se encierre en su círculo de colaboradores. Después de su irrupción pública de la semana pasada, en la oposición se abrió la pregunta sobre la agenda de la exmandataria, sobre todo si la ex autoridad evalúa un tercer mandato o si busca potenciar a algunos de sus ex colaboradores.

El cientista político Claudio Fuentes lanzó por redes sociales que la ex vocera Paula Narváez tiene cara de presidenciable. Y a algunos les hizo sentido por los gestos de la ex Presidenta. Pero también la mandataria fue especialmente deferente con el ex ministro de Energía, Máximo Pacheco, cuando asistió al lanzamiento de su libro en el mes de mayo, después de que éste señalara públicamente sus deseos de ponerse en carrera.

Según la cientista política Gloria de la Fuente, la oposición no le puede atribuir a Bachelet la falta de figuras de proyección en el sector. Dice que el sector no puede avanzar a construir nuevos liderazgos mientras no haga una reflexión profunda sobre las causas que la llevaron a la derrota. "No se ha inaugurado un proceso de reflexión en la oposición para buscar causas de la derrota, para ver cuáles deberían ser los énfasis ahora. Ha habido solo intentos aislados de reflexión", dice De la Fuente.

La analista añade que es esperable que Bachelet salga por sí misma a defender su gestión, sobre todo cuando el oficialismo instaló un discurso agresivo hacia ella.