Parientes presidenciales: ¿Qué pasa con Chadwick?

El hecho de que Andrés Chadwick, ministro del Interior, sea primo del presidente Piñera, ha generado críticas de la oposición pero no del nivel que produjo el nombramiento del hermano del mandatario, Pablo Piñera, como embajador en Argentina.

Ayer, tras la presentación de diputados de la oposición ante la Contraloría, entre algunos parlamentarios de Chile Vamos cundió la preocupación de que Jorge Bermúdez plantee en su respuesta una recomendación que toque también al jefe de Gabinete. Sin embargo, su caso sería distinto.

El artículo 54 de la ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de Administración del Estado —el que los diputados opositores plantearon como argumento para dar pie atrás a la designación de Piñera— establece la inhabilidad para ingresar a cargos públicos de personas que tengan un lazo de parentesco de "hasta el tercer grado de consanguinidad y segundo de afinidad" respecto de las autoridades y directivos "del organismo de la administración civil del Estado al que postulan, hasta el nivel de jefe de departamento o su equivalente, inclusive".

El caso de Chadwick no cumple con esto: al ser primo hermano, tiene un parentesco de cuarto grado con el presidente (y también con el congelado embajador).

Según quienes conocen el tema, el contralor Bermúdez podría aplicar la misma argumentación que realizó Ramiro Mendoza en un dictamen de 2010, cuando estableció que el principio de probidad -que incluye no contratar a personas con lazos de parentesco- incluía al mandatario. O bien atenuar la aplicación de ese principio, supeditándolo al artículo 32 de la Constitución, que establece que es atribución especial del presidente nombrar y remover a ministros, subsecretarios, intendentes, gobernadores, embajadores y ministros diplomáticos.

Sólo en privado, diversos parlamentarios de Chile Vamos plantearon hoy que hubo una falta de análisis político de las repercusiones que traería la nominación de Pablo Piñera como embajador ante Argentina, y su foco recayó en el rol que el canciller Roberto Ampuero habría tenido en el tema. A él le atribuyen el no haber aportado una visión analítica de lo que ocurriría con su designación, así como no haber hecho un contrapeso a la opinión del mandatario.

El senador UDI Iván Moreira, miembro de la comisión de RR.EE. del Senado, rechazó que en el oficialismo se critique la decisión de Piñera. "No hay ley que impida que el presidente pueda nombrar a un familiar en un cargo político. No podemos seguir actuando pensando en lo que puede o no hacer la Nueva Mayoría. Una minoría no puede impedir un acto que se ajusta a la ley", dijo.

Según estas mismas fuentes, parte de los nombramientos en representaciones chilenas en el extranjero estarían a la espera de lo que ocurra con el caso de Piñera, lo que fue descartado desde Cancillería, enfatizando que son cosas que van por carriles separados. Hasta ahora sólo se han conocido tres designaciones: Argentina, Brasil y la ONU, y el 12 de abril pasado Ampuero afirmó que el anuncio de los demás embajadores era inminente.

Sin embargo, no ha habido nuevas noticias y aún están pendientes las designaciones de los cerca de 20 embajadores que -se espera- tendrán el carácter de políticos. Otros 80 son de carrera diplomática. Entre los que estarían zanjados está Pedro Pablo Díaz en Italia, David Gallagher en Londres y los UDI Romilio Gutiérrez y Domingo Arteaga, que llegaría a México. El destino de la ex senadora Lily Pérez no estaría a firme:  el gobierno estaría sondeando enviarla a un país centroamericano, lo que despierta resistencias en RN. Piñera tiene abierto aún el caso de Estados Unidos, donde -afirman en La Moneda- ha sido difícil encontrar candidatos, en parte por el factor Trump. La UDI sondeó al ex diputado Ernesto Silva, actualmente viviendo en Chicago, pero éste descartó la idea.