"Descorreización" marca el primer año de Moreno en Ecuador

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Lenín Moreno durante el cambio de guardia en el palacio de gobierno, el lunes, en Quito.

En su primer año como Presidente, Lenín Moreno ha intentado construir un capital político propio, coinciden analistas consultados por La Tercera.


A un año desde que asumiera como Presidente de Ecuador, la gestión de Lenín Moreno ha estado marcada por un afán de "descorreizar" la vida política y social del país y de construir un capital político propio, según analistas consultados por La Tercera.

El 24 de mayo del año pasado, Moreno se convertía en el 44° Presidente Constitucional de Ecuador. "Soy el Presidente de todos, me debo a todos, respeto a todos", decía durante su discurso de investidura. Ello, porque la mitad de los electores - 4,8 millones-, no votó por él. Sucesor de Rafael Correa y dirigente del mismo partido, Movimiento Alianza País, ha marcado distancias con el exmandatario, sobre todo, después de la consulta popular celebrada el 4 de febrero pasado, donde consiguió un amplio triunfo del "sí" en todas las preguntas; lo que implicó, entre otras cosas, que Correa no pueda volver a lanzarse a la presidencia del país.

Al respecto, Jacobo García, analista político ecuatoriano consultado por La Tercera, dijo que con la llegada de Moreno a la presidencia el correísmo aún no ha muerto. "Políticamente sí, trataron de enterrarlo. Pero hay una base dura correísta, que por mucho que se ha reducido y languidecido, sigue estando ahí. Hay cuestiones sobre su obra, legado y liderazgo que siempre van a estar presentes en ciertos sectores del pueblo ecuatoriano". También aseguró que "dos ejemplos de ello son que el 'no' en el referéndum ganó en algunos sitios y llegó a cifras importantes en algunas de las preguntas, y que se está formando un nuevo partido en Ecuador que trata de impulsar ese proyecto histórico de la Revolución Ciudadana".

Descartado el escenario de reelección de Correa, ¿se va a mostrar ahora Moreno tal y como es? Para García, el Presidente "se lleva mostrando tal y como es durante el último año. Se sabía sobre su tibieza y ambivalencia política, pero sus verdaderas intenciones políticas se han ido descubriendo durante el último año, sobre todo borrar cualquier rastro y legado de correísmo".

Moreno se inició en el gobierno con un estilo distinto a su predecesor, Rafael Correa. Prometió un gobierno de diálogo, unidad, con una mejor relación con la prensa y con el sector privado y reestructurando la función ejecutiva con políticas de austeridad. Jacobo García dijo que la principal diferencia entre lo que se ha observado este primer año de Moreno y las pasadas legislaturas de Correa es el estilo de gobernar: "El estilo de Correa era más populista-confortativo, y el de Lenin Moreno más incluyente, conciliador", afirmó.

En cuanto a las políticas, en el tema económico "no parece haber tanta diferencia", más bien se ha continuado por inercia con el modelo y obras anteriores y eso le puede costar su popularidad, explicó a La Tercera Paula Recalde, directora de la encuestadora ecuatoriana Perfiles de Opinión.

Valoración ciudadana

Según Recalde, desde hace un tiempo el Presidente Moreno lleva un claro descenso de aprobación y credibilidad en la opinión pública. "Las cifras de aprobación a la gestión del Presidente Moreno fueron muy altas en el inicio de su gestión (85% en julio de 2018)", sin embargo, "la consulta popular de febrero, pese al triunfo del oficialismo, no fue capitalizada políticamente y desde marzo se registra una curva descendente de aprobación", aseguró.

Tanto para Recalde como para Jacobo García, la administración de Moreno ha tenido dificultades para construir y comunicar un relato político más allá de la negación del correísmo y en este sentido no ha podido trazar un horizonte movilizador. Ambos coinciden en que este será uno de los principales retos de Moreno.

"Para el Presidente Moreno se presenta un doble reto: operar los votos para sus iniciativas en el Legislativo después de haber perdido la mayoría y consolidar la tienda política a la que pertenece para hacer frente a las elecciones seccionales del próximo año", afirmó Recalde, quién también asegura que "el período de gobierno de Moreno está signado por ser un momento de transición en Ecuador".

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