La incógnita sobre la respuesta de Moscú tras ataque a Assad

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Un hombre con un cartel en apoyo a Siria protesta en la embajada de EE.UU. en Moscú, ayer.

Expertos rusos descartan que haya una escalada con EE.UU. Asimismo, destacan la respuesta diplomática del gobierno de Putin.


Donald Trump ha denunciado duramente el apoyo de Moscú al régimen de Basher Assad, pero EE.UU., Francia y Reino Unido se preocuparon de evitar las bases rusas durante su operación militar conjunta en Siria.

"El ataque químico de Assad y la respuesta (del viernes) son el resultado directo del incumplimiento de Rusia de sus promesas", dijo el Presidente estadounidense refiriéndose la operación contra objetivos sirios. El inquilino de la Casa Blanca se estaba refiriendo al acuerdo para desmantelar el arsenal químico sirio aprobado en 2013 por su predecesor Barack Obama con el Presidente ruso Vladimir Putin. A cambio, el mandatario demócrata había renunciado a bombardear al régimen de Damasco a pesar de que había traspasado la "línea roja".

A pesar de estas acusaciones, la operación militar contra Siria fue limitada, y los occidentales se ocuparon expresamente de evitar golpear a las fuerzas rusas, presentes masivamente en el país como aliadas del régimen. "Los objetivos tenían el cometido específico de debilitar las capacidades del Ejército sirio para producir armas químicas", sostuvo el jefe del Pentágono, Jim Mattis. "No se ha intentado ampliar o expandir el número de blancos", agregó.

Según France Presse, esto se ejecutó así para evitar una escalada militar peligrosa con consecuencias impredecibles entre las dos grandes potencias, en momentos en que las relaciones entre ambas se encuentran deterioradas también por el caso del exespía Sergei Skripal envenenado por un agente tóxico el 4 de marzo en Salisbury, Inglaterra.

En una primera reacción, Putin denunció con contundencia los ataques pero no anunció ninguna medida concreta de represalia, limitándose a solicitar una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU. "Con sus acciones, Estados Unidos empeora aún más la catástrofe humanitaria en Siria, lleva el sufrimiento a la población civil, y de hecho, consiente a los terroristas que torturan desde hace siete años al pueblo sirio", dijo Putin en un comunicado difundido por el Kremlin.

El líder ruso calificó de "acto de agresión contra un Estado soberano" el ataque lanzado por EE.UU., Reino Unido y Francia contra instalaciones militares y civiles del régimen de Assad, en represalia por el supuesto uso de armas químicas en la ciudad siria de Duma.

¿Pero cómo responderá Rusia? En opinión de expertos, una escalada militar parece poco probable y Moscú debería conformarse con protestas diplomáticas.

"No creo que haya una escalada (entre Rusia y EE.UU.). El objetivo principal era hacer una demostración de fuerza, pero Washington eligió sus blancos con mucho cuidado para que la situación no se fuera a salir del todo de control", comentó el experto ruso en geopolítica Fiodor Lukianov, consultado por la agencia Tass.

El presidente del Consejo de la Comisión de Asuntos Extranjeros del Senado ruso, Konstantín Kosachev, dio muestra de ello en una de las primeras reacciones rusas tras los ataques. "Como nuestras bases militares en Siria no se vieron afectadas, la respuesta no debe ser militar sino estar dentro del ámbito del derecho, empezando por una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU", dijo.

Precisamente en ese marco, ayer el embajador ruso en la ONU, Vassily Nebenzia, acusó a Washington y sus aliados de "vandalismo diplomático". "Es hora de que entiendan que el código internacional que regula el empleo de la fuerza está definido por la Carta de Naciones Unidas", insistió.

Ya previo al ataque, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, había dicho que Moscú "no participa en la diplomacia de Twitter" y que "prefiere enfoques serios", en abierta crítica a Trump.

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