Marcel H. Van Herpen, investigador holandés experto en Rusia: "Un boicot al Mundial de fútbol sería una buena medida"

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Dos personas se dan la mano en las puertas de la embajada rusa en Ottawa, Canadá, el lunes.

Según el analista, las medidas tomadas por Occidente son más bien "simbólicas" y no castigan realmente a Moscú.


¿Cuál es la estrategia detrás de la decisión de expulsar a más de 100 diplomáticos rusos de Occidente?

La expulsión de diplomáticos es una medida bastante "usual" si un gobierno quiere expresar su insatisfacción con otro gobierno. Como tal, no hay nada nuevo bajo el sol. Sin embargo, lo que sí es nuevo es el amplio apoyo que las medidas británicas han recibido de otros países occidentales, que también han comenzado a expulsar a los diplomáticos rusos. Esta ola de solidaridad no era esperada por Moscú y el aislamiento diplomático internacional del régimen de Putin es bastante vergonzoso para Moscú.

¿Cuáles son las posibles consecuencias para Rusia?

El problema con estas medidas es que son bastante simbólicas. Moscú responde con un "ojo por ojo" y después de un tiempo habrá un "regreso a la normalidad". Si Occidente realmente quiere castigar a Moscú, las medidas deberían morder. Esto significa que los activos de los oligarcas del Kremlin deberían congelarse y prohibirse los viajes. Esto realmente lastimaría a los cleptócratas en el Kremlin. También un boicot a la Copa Mundial de Fútbol sería una buena medida adicional, porque el Kremlin quiere sacar provecho de este evento para mejorar su poder blando.

¿Ha ocurrido anteriormente una expulsión de diplomáticos rusos de estas dimensiones?

La expulsión mutua de uno o dos diplomáticos es bastante habitual cuando hay una disputa diplomática entre las naciones. Lo que es diferente esta vez es la gran cantidad de diplomáticos que son expulsados y el amplio apoyo internacional. Evoca reminiscencias de eventos anteriores durante la Guerra Fría. En octubre de 1986, por ejemplo, el Kremlin ordenó reducir el número de empleados locales de las misiones diplomáticas de Estados Unidos en la Unión Soviética con unas 200 personas. Sin embargo, estos eran ciudadanos soviéticos que trabajaban como secretarios, chóferes, etc. Esta medida tenía el objetivo de paralizar el trabajo de las misiones estadounidenses, pero no se trató de diplomáticos estadounidenses que fueron expulsados.

¿Cuál cree que podría ser el impacto en la política exterior rusa?

Yo diría: sin impacto. No cambiará la política exterior rusa que está en curso acelerado con Occidente. La Rusia de Putin es un país revisionista y neoimperialista que amenaza a sus vecinos inmediatos: desmembró a Georgia y Ucrania, anexó Crimea, bombardeó a civiles en Siria y envenenó a ciudadanos británicos. La única forma de cambiar las políticas de Rusia es tomando medidas que realmente muerdan. Una represalia diplomática no es suficiente.

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