Rebeldes sirios se retiran de su última zona sitiada

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EFE

La retirada consolida aún más la posición de dominio del presidente sirio, Bashar el Asad, sobre las zonas más pobladas del país tras años de combates.


Los combatientes que permanecían en el último enclave controlado por los rebeldes en el centro de Siria comenzaron su retirada este miércoles, informó la televisión estatal, sellando el control del gobierno sobre la zona y abriendo un tramo importante de la carretera más importante del país.

La retirada consolida aún más la posición de dominio del presidente sirio, Bashar el Asad, sobre las zonas más pobladas del país tras años de combates, pero significa que cualquier nueva campaña militar podría correr el riesgo de un conflicto directo con potencias extranjeras.

La retirada también puede ser la última de una serie de evacuaciones pactadas utilizadas por el gobierno para derrotar a los insurgentes asediados, obligándolos a entregar territorio a cambio de un salvoconducto para las zonas controladas por la oposición en el norte.

A menudo mediados por los aliados rusos de Asad, esos acuerdos se han convertido los últimos años en un rasgo propio de la guerra de Siria, que dura ya siete años. Más de 100.000 personas han sido desplazadas, tanto combatientes rebeldes como civiles.

La oposición lo describe como una política de desplazamiento forzoso, que equivale a un cambio demográfico para expulsar a los oponentes de Asad. El gobierno sirio dijo que nadie está obligado a irse y que aquellos que se queden deben aceptar las normas del Estado.

La última zona rebelde sitiada, totalmente evacuada el miércoles, es un amplio enclave situado entre las ciudades de Homs y Hama, cerca de las ciudades de Rastán, Talbiseh y Hula.

Los rebeldes todavía controlan grandes franjas al noroeste y suroeste de Siria que no están sitiadas y están cerca de la frontera con Turquía y Jordania, las que han apoyado a veces a los insurgentes y garantizan treguas limitadas en esas áreas.

La única área todavía rodeada por el ejército sirio, en el campo de refugiados palestinos de Yarmuk al sur de Damasco, está bajo el control de Estado Islámico, que no parece dispuesto a retirarse a la zona del desierto que todavía controla en el este de Siria. Más de la cuarta parte de Siria está controlada por una alianza de milicias kurdas y árabes a las que Estados Unidos ayudó en la lucha contra Estado Islámico.

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