Críticas a exsargento Alarcón y arenga a Carabineros: la jornada de Hermes Soto en una crisis que no acaba

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Hermes Soto Foto: ATON

El general director de Carabineros abordó los dichos del exsargento imputado por el caso Catrillanca, quien acusó que lo "obligaron a mentir".


Era el día que el general director de Carabineros, Hermes Soto, estaba esperando para mandarles un mensaje a los 60.000 policías uniformados del país. Con la interpelación del ministro del Interior, Andrés Chadwick, ya finalizada, el alto oficial salió a dar tranquilidad a la tropa y dejarles una advertencia.

"Han sido días difíciles, desgastantes y muy complejos. He tenido que ir a dar explicaciones al Congreso o al Palacio de La Moneda. Estoy cierto que son parte de mis obligaciones legales y no tengo problema alguno en asumirlas, pero ustedes comprenderán que, como profesionales que somos, no podemos seguir por el camino equivocado de la mentira, del abuso de poder, del uso innecesario de la fuerza y menos del empleo indiscriminado de las armas", les comunicó el general Soto a las 7.50 de la mañana, a través de una videoconferencia, a todas las unidades policiales de Chile.

El actuar policial en el operativo que culminó con Camilo Catrillanca fallecido ha sido duramente cuestionado y ha puesto, nuevamente, el foco de las críticas en los protocolos policiales y en las primeras declaraciones que Carabineros entregó para referirse a la muerte.

Los imputados en el caso, en su primera declaración a la fiscalía, señalaron que hubo un enfrentamiento y que no se usaron cámaras. Esto fue respaldado por el general director a las pocas horas de ocurridos los hechos, sin embargo, a tres días de lo sucedido, cambiaron las versiones.

Los expolicías del Gope, imputados por homicidio y obstrucción a la investigación, admitieron que uno de ellos sí portaba una cámara. Además, la fiscalía descartó un enfrentamiento con la víctima y uno de los exuniformados en prisión preventiva, el exsargento Carlos Alarcón, apareció en un video donde dijo que fue "obligado a mentir".

Además, este miércoles se conoció su tercera declaración judicial, en que el expolicía indicó que el abogado de Carabineros Cristián Inostroza y el exjefe del Gope, mayor (R) Manuel Valdivieso, lo instruyeron para que indicara que ninguno de los uniformados del operativo portaba una cámara.

Luego de hablar a los carabineros, Soto enfiló a Valparaíso. Allá participó de una ceremonia de la Armada y sostuvo una serie de reuniones con las unidades policiales de la zona.

Desde allá, respondió sobre lo que dijo el sargento Alarcón. "No es un niño, él debió cumplir la ley (...). Él tenía 25 años de servicio, es una persona adulta y con la madurez absoluta para determinar qué está bien y qué está mal", agregando que "no justifico sus palabras, independiente de sus razones".

El resto de la arenga

Además de referirse al "camino equivocado de la mentira", y cómo deben afrontar la situación, el general Soto también llamó a la calma a los carabineros.

El alto oficial dijo a los policías que "una vez más, como ya nos ha ocurrido en varias ocasiones en nuestra historia reciente, el origen del cuestionamiento social se sustenta en una burda mentira, que pretendiendo ocultar presuntas falencias de un procedimiento policial rutinario, se transforma en una escalada de errores muy difíciles de explicar a la opinión pública".

A los jefes policiales les advirtió que "debemos enmendar el rumbo. El país cambió, la sociedad cambió y nosotros, como órgano del Estado, debemos adaptarnos a esos cambios. Hoy, las exigencias son mayores, el control social es más severo y frente a ellos debemos dar respuestas asertivas".

Al interior de Carabineros el mensaje del general director tuvo distintas lecturas. Por una parte, hay quienes quedaron conformes con lo comunicado por el jefe policial, y otras que esperaban una mayor crítica, a lo que consideran es una falta de respaldo por parte de las autoridades políticas.

Sin embargo, Soto apuntó a mejorar el trabajo con las unidades policiales, y responder ante sus exigencias. "El recurrente que llega a la guardia o que requiere nuestros servicios, no puede irse descontento con la calidad de la atención recibida. Debemos robustecer la capacitación de todo nuestro personal en el trato con nuestros 'clientes', con el vecino que acude a nosotros, porque no tiene a nadie más a quien recurrir. Su satisfacción debe importarnos, para eso estamos, para servir, en ello ustedes tienen la responsabilidad primera", dijo.

Otro punto que tocó el máximo jefe de la policía uniformada fueron los cuestionamientos de la opinión pública, especialmente lo que ocurre en las redes sociales.

"No se confundan con los mensajes de las redes sociales: la sociedad nos necesita, hasta protestas se realizan cada cierto tiempo pidiendo mayor vigilancia, más carabineros. Es que somos una institución vital para el país; los chilenos nos aprecian y frente a ellos estamos en deuda", expresó.

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