Ex frentista pide "derecho a asilo" y tribunal francés lo deja en libertad condicional

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La sala de la Corte de París en que se revisó el caso del ex frentista.

Corte de Apelaciones de París decretó que Ricardo Palma Salamanca firme a diario mientras se resuelve su pedido de extradición en una audiencia en marzo. Expertos franceses indican que proceso se podría tardar años.


En una sala de la Corte de París, Ricardo Palma Salamanca, el ex frentista condenado a cadena perpetua por el crimen del senador UDI Jaime Guzmán y el secuestro de Cristián Edwards, esperaba saber su destino. Entre pasillos y columnas, los magistrados deliberaban si debía o no seguir detenido, mientras Chile solicitaba el trámite de extradición y así, después de 21 años, pudiera volver a la cárcel, desde donde se fugó en diciembre de 1996.

Durante la mañana, el fiscal francés notificó oficialmente al "Negro" de su detención. Ningún familiar pudo visitarlo desde que fue arrestado en las calles de París, porque era el objeto de un mandato de arresto europeo que no le permite visitas, aparte de la de su abogado. "Está bien de salud. Parece un hombre bien cuidado, con el pelo corto, un poco de barba, vestido con un jean y una chaqueta negra", contó uno de los policías de la corte, sorprendido, como el resto de sus colegas, sobre el pasado de Palma Salamanca.

Poco después de pasar frente al fiscal, un juez de la Corte de Apelaciones de París decidió que Palma Salamanca sería puesto bajo "control judicial", una libertad condicionada a que se presente todos los días ante una comisaría hasta que comience la audiencia, en marzo próximo, para tratar la solicitud de extradición enviada desde Chile. "Esta noche podrá dormir en su casa", dijo a La Tercera la magistrada y portavoz de la Corte de Apelaciones, Marie Grosset.

La razón por la cual se resolvió dejarlo libre fue porque, según Grosset, "brindó garantías de que tiene un domicilio en Francia (...). Está obligado a responder a cada convocatoria de la policía y la justicia. Todos los días se deberá presentar en una comisaría para indicar su presencia. No puede salir del territorio francés".

Además, explicó que durante la audiencia "pidió el derecho al asilo", haciendo referencia a la protección que otorga el Estado francés a quienes son perseguidos por las autoridades de su país de origen.

"La justicia francesa va a contactar a las autoridades de Chile y luego se decidirá si será extraditado, pero eso será en una segunda etapa, cuando tenga su audiencia en marzo", finalizó la vocera del tribunal.

Desde el Poder Judicial de Chile, señalaron que el ministro en visita del caso Guzmán, Mario Carroza, recibió ayer en la tarde la información oficial sobre el control de detención a Palma y las cautelares decretadas. El aviso enviado desde la Interpol París además señala que "las autoridades judiciales francesas confirman que se notificó a Ricardo Alfonso Palma Salamanca respecto de la solicitud de detención provisional recibida por parte de las autoridades chilenas mediante vía diplomática".

Se sospecha que Palma llegó a París dado que la familia de su pareja, Silvia Brzovic, reside en la capital francesa desde hace años.

La decisión rápidamente tuvo reacciones en Chile (ver nota secundaria). "La noticia de la liberación me parece muy preocupante, ya que él no es cualquier delincuente. Es un terrorista que fue condenado", dijo el diputado UDI Issa Kort.

Agregó que "creemos que pone en riesgo severo la seguridad interna francesa y de la Unión Europea. Hoy en día, Europa es un continente que lucha en contra del terrorismo. Habrá que buscar la forma de apelar y pedir que el Estado de Chile tenga un abogado que represente los intereses ante los tribunales franceses a partir del lunes".

El abogado de la familia de Jaime Guzmán, Luis Hermosilla, calificó de "grave" la decisión del tribunal francés. "No cabe duda de que el riesgo de fuga es una circunstancia real y, además, me parece que es una mala señal en el sentido de que las autoridades francesas deberían colaborar con Chile en poner a disposición de nuestros tribunales y al sistema penitenciario chileno, con prontitud a una persona que fue condenada por dos delitos tan graves como el secuestro de Cristián Edwards y el asesinato de Jaime Guzmán", señaló.

Respecto de la petición de "derecho a asilo" que hizo Palma al tribunal, Hermosilla indicó que "a mí me parece que el asilo es una institución noble a la cual él no tiene derecho. Él es un condenado por dos delitos graves de terrorismo y que, además, ahora se encontraba en territorio francés con identidad falsa y al mismo tiempo huyendo de México, donde había cometido también delitos graves, como secuestro. Esta persona no tiene derecho a asilo a mi entender".

En tanto, desde Cancillería informaron que la solicitud de extradición será vista la próxima semana por la Corte Suprema, y una vez aprobada, "el ministerio debe traducirla al francés para ser presentada por nuestra Embajada en Francia a la Cancillería francesa".

Un largo camino

"El proceso de extradición puede ser muy largo", dijo a La Tercera el abogado Bertrand Lampidès, quien tiene como cliente al ex policía argentino Mario Sandoval, acusado en Argentina de crímenes de lesa humanidad y sobre quien pesa un pedido de extradición del país transandino desde 2013.

Lampidès explica que dependiendo del fallo de la Corte de Apelaciones, "el acusado puede recurrir luego a la Corte de Casación, que puede confirmar o no la extradición".

Si se confirma, y antes de que el Presidente de Francia firme la entrega de Palma a las autoridades chilenas, la defensa puede requerir a otra instancia, llamada Consejo de Estado. "Todo el proceso puede llevar varios años", dice Lampidès, y agrega que si la razón de la acusación es de orden político, el proceso de extradición, según la historia de la justicia en Francia, no es aceptada.

"En general, el Presidente de la República firma los pedidos de extradición confirmados por la justicia, salvo durante la época de Mitterrand", dijo a La Tercera el abogado Georges Parastatis, haciendo referencia a los mandatos del Presidente socialista François Mitterrand entre 1981 y 1995.

Durante esos años se impuso la llamada Doctrina Mitterrand, que no extraditaba a ningún militante de extrema izquierda que haya renunciado al terrorismo. Entre los beneficiarios de esta postura estuvo el italiano Cesare Battisti, miembro de un grupo de extrema izquierda considerado como terrorista por la justicia italiana y acusado de cuatro asesinatos.

Pero Palma no podrá quedar al abrigo de la doctrina Mitterrand, abandonada por Francia hace varios años. A partir de hoy, todos los días deberá presentarse en una estación de policía de París y esperar que su destino sea decidido por la justicia en marzo.

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