40% de grandes empresas que externaliza servicios, lo hace en su giro principal

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Estudio de Sourcing revela que más atrás se ubican funciones de seguridad (23%), construcción (20%) y aseo (20%). Expertos discrepan por efectos.




Los guardias de seguridad, el personal de aseo, el transporte de los trabajadores o las tareas de mantención, son todas actividades que en la última década han dejado de ser parte integral de las operaciones de las empresas, y la tendencia creciente en recursos humanos apunta a que estos servicios sean externalizados o subcontratados.

Pero de acuerdo a la empresa Sourcing, dedicada a la administración y gestión de recursos de clientes, la mayoría de los servicios externalizados en el segmento de grandes empresas en el país -con ventas anuales sobre las 100.000 UF, en torno a los $ 2.664 millones (unos US$ 4,2 millones)- son servicios ligados a "tareas propias del negocio, como operación y producción".

De hecho, de las 5.661 grandes empresas que indicaron externalizar al menos uno de sus servicios, cerca de un 40% del total de firmas de ese tamaño (14.153), otro 40%, es decir, 2.264 empresas, declaró externalizar servicios de su actividad principal (16% del total de grandes firmas). En tanto que 23% lo hizo en actividades de seguridad o vigilancia, el 20% subcontrató la construcción/montaje, otro 20% lo hizo con el aseo o mantención, el 18% para el transporte y/o distribución y el 16% con la alimentación.

En este sentido, el socio y director de Sourcing, Eduardo Maturana, aseguró que "las empresas subcontratadas a veces son más eficientes que las mandantes, incluso en algunas de las actividades principales".

Opinión que fue secundada por Nancy Ibaceta, socia del área laboral de EY Chile, quien remarcó que "se ha demostrado que una empresa dividida en distintas compañías que prestan servicios se hace más productiva y eficiente". En este sentido, Ibaceta planteó que "no veo riesgos en externalizar la actividad principal de la empresa, siempre que haya controles, fiscalización y beneficios parejos entre los trabajadores subcontratados y los de la planilla".

Con todo, desde Sourcing advirtieron que solo dos de cada ocho empresas que externaliza sus funciones realiza un completo control de los contratos, lo que explica que el 60% de las demandas judiciales entre empresas mandantes y contratistas se deba a este factor .

En este caso, Maturana señaló que "las industrias de suministro de electricidad, gas y agua; intermediación financiera; explotación minera y canteras; construcción y manufactura son las que presentan mayores dificultades para el control y administración".

¿Eficiencia o precarización?

La externalización generalmente se ha asociado a precarización del trabajo, como lo reconoce Luis Lizama, socio de Lizama y Cía. y asesor laboral de Sofofa, quien aseguró que "el incentivo de la subcontratación es evidente; que la gestión de los recursos humanos quede en manos de la otra empresa".

Así, el abogado explicó que al externalizar parte de los servicios "se desliga los riesgos de una negociación colectiva, o el impacto de una eventual huelga, porque en la reforma laboral quedó normado que la huelga de la empresa contratista no afecta a la principal, lo que incentiva externalizar su actividad".

De todas maneras, si bien Lizama indicó que "desde el punto de vista legal, una empresa puede externalizar toda su actividad, incluyendo la principal", sostuvo que "el riesgo de contratar una contratista que no paga buenas remuneraciones, entre otros, es generar el caldo de cultivo para un conflicto laboral dentro de la empresa, con lo que el remedio puede ser peor que la enfermedad".

Cambio legal

Cabe recordar que existe un proyecto de ley en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados que busca precisamente terminar con la subcontratación de las actividades propias de la empresa. Se trata de una moción impulsada por el diputado PS, Osvaldo Andrade, ex ministro del Trabajo.

"La subcontratación es virtuosa, pero no lo es cuando se realiza en el mismo giro de la empresa principal. En ese caso, solo se pretende rebajar costos por la vía de salarios más bajos", aseguró. Pese a esto, indicó que el Ministerio de Hacienda tuvo reparos sobre el proyecto por la dificultad que significaba determinar el giro principal de las compañías, pese a que la Dirección del Trabajo "dijo que no era para nada complejo", manifestó.

El proyecto, en todo caso, está estancado en la Comisión de Hacienda desde que se presentó en agosto de 2014, ya que el gobierno habría pedido priorizar otros proyectos de la agenda, según explicó Andrade, quien aprovechó de criticar que una de las razones que argumentó el Ejecutivo para frenar la iniciativa tenía que ver con cuidar las expectativas empresariales. "Hay una contradicción tremenda del gobierno", remató.

Pero la visión de Andrade no fue compartida por el sector privado. De acuerdo a Maturana, países del primer mundo, como Alemania, "tienen una alta subcontratación, pero hay regulación y fiscalización, por ende resulta en una mucha mayor productividad".

Mientras, Ibaceta señaló que "impedir que se externalice una actividad por ser principal de la empresa es absolutamente una marcha atrás, tanto en crecimiento económico como en competitividad y productividad".

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