Ablación genital, una costumbre que mutila las vidas de las mujeres

Hoy es el Día Mundial de la Tolerancia Cero contra la Mutilación Femenina, una práctica que ha afectado a más de 125 millones de mujeres y niñas en todo el mundo y que según denuncia la Organización Mundial de la Salud trae graves consecuencias a quienes se la practica.




En 29 países de África y Asia la mutilación genital de las mujeres -más conocida como ablación- es una costumbre fuertemente arraigada. Es más, la ONU advirtió que 86 millones de niñas en todo el mundo podrían sufrir la ablación de sus órganos genitales externos en 2030, si esta práctica continúa siendo defendida por las comunidades que la practican.

Mayoritariamente esta costumbre tiene justificaciones religiosas, sin embargo no existen textos religiosos que la justifiquen y en algunos países la practican tanto cristianos como musulmanes, tal como lo explica Tarek Anis, presidente de la Sociedad Panárabe de Medicina Sexual y profesor de sexología en la Universidad de El Cairo.

"Hay gente que sigue pensando que esto es algo religioso y no es así, es cuestión de la cultura y la tradición. En Egipto, la practican musulmanes y cristianos, mientras que en Arabia Saudí, Indonesia o Malasia, seguramente ni hayan escuchado hablar sobre la ablación femenina", explica Anis a la agencia EFE.

Según datos de la Unicef, más de 125 millones de mujeres y niñas en todo el mundo han sido víctimas de la mutilación genital.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 6 de febrero como el Día Mundial de la Tolerancia Cero contra la Mutilación Femenina, al considerar esa práctica como "nociva y una violación de los derechos básicos de las niñas y las mujeres".

Además la OMS afirma que estos procedimientos no aportan ningún beneficio a la salud de las mujeres y niñas. Por el contrario, pueden producir hemorragias graves y problemas urinarios, y más tarde pueden causar quistes, infecciones, infertilidad, complicaciones del parto y aumento del riesgo de muerte del recién nacido.

Existen distintos tipos de ablaciones: la mutilación de tipo I es la eliminación del prepucio del clítoris y la II el corte total o parcial del clítoris, a veces con el corte de los labios menores. Estos dos tipos son los más comunes en el África occidental, mientras que en la parte oriental de este continente abunda la de tipo III, que es la ablación total con sutura de los labios de la vulva.

Para combatir esta práctica la ONU lanzó un programa en 15 países africanos en 2008, al que en los primeros cinco años más de 10.000 comunidades se unieron. El porcentaje de mutilaciones bajó del 53% en mujeres que ahora tienen de 45 a 49 años, al 36% en adolescentes con edades de 15 a 19 años.

A esto, se suma las leyes contra la ablación en Uganda, Kenia y Guinea Bissau. En el caso específico de Kenia, la ley que prohíbe la ablación, de 2011, prevé penas de tres años de cárcel y elevadas multas para los autores, que se arriesgan a la cadena perpetua si la niña muere tras la intervención.

Según EFE, Kenia es uno de los países que más ha avanzado en la lucha: si hace una década el 38 por ciento de las kenianas había sufrido la ablación, en la actualidad la padece el 27 por ciento.

En Egipto, a raíz de la muerte de una menor que sufrió complicaciones tras someterse a la mutilación genital, se empezó a castigar esa práctica -a partir de junio de 2008- en el Código Penal egipcio con penas de prisión de entre tres meses y dos años de cárcel, y multas de hasta 600 euros.

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