Activistas protestan en Copacabana contra los altos gastos del Mundial en Brasil

Los activistas, que utilizaron pelotas de fútbol gigantes afirman que un "Mundial en un país de miseria financiado con dinero público es un problema moral".




Doce balones gigantes pintados con cruces rojas, simbolizando las doce sedes del Mundial de fútbol Brasil 2014, fueron exhibidos hoy en la playa de Copacabana de Río de Janeiro en un colorido acto para protestar contra los elevados gastos del Gobierno brasileño en el evento deportivo.

Los balones, cada uno con dos metros de diámetro, fueron fijados en la arena de la playa más famosa de Brasil, alrededor de una

improvisada construcción de madera simbolizando un tugurio y justo al frente del Copacabana Palace, uno de los hoteles más exclusivos de Río de Janeiro. 

"Un Mundial en un país de miseria financiado con dinero público es un problema moral", decía el letrero que podía leerse en el montaje tanto en portugués como en inglés.

La llamativa protesta fue ideada por la organización no gubernamental Río da Paz, que ya había exhibido los mismos balones la semana pasada en la céntrica Explanada de los Ministerios, que concentra a todos los edificios del poder público en Brasilia.

La protesta está dirigida no sólo al Gobierno brasileño sino también a la FIFA y a los candidatos en las elecciones presidenciales de octubre próximo, dijeron a Efe voceros de Río da Paz, un grupo que se ha caracterizado por sus llamativas manifestaciones y que lucha contra la violencia.

Los militantes del grupo distribuyeron un comunicado en el que piden que se guarde un minuto de silencio en el partido inaugural del Mundial, el próximo jueves en Sao Paulo, en memoria de los ocho obreros que murieron en la construcción de los estadios que serán usados en la competición.

En la nota la organización le exige al Gobierno que pida perdón por "haber invertido una fortuna de dinero público en una competición deportiva", que, según cifras oficiales, le ha costado unos 25.000 millones de reales (11.300 millones de dólares) al Estado.

Río de Paz criticó además que "no se haya consultado al pueblo" sobre la decisión de organizar el Mundial y demandó que se obligue a la FIFA a "declarar objetivamente cuánto de las ganancias astronómicas que obtendrá se quedará en Brasil".

Diferentes grupos y movimientos sociales han convocado protestas durante el Mundial para manifestarse contra los altos gastos del Gobierno en el evento y supuestos desvíos de recursos públicos que estaban destinados a las obras.

Los mismos movimientos protagonizaron masivas protestas que sacudieron Brasil el año pasado en momentos en que se disputaba la Copa Confederaciones de la FIFA.

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