Actuación de médico contagiado de ébola en Nueva York genera polémica

Craig Spencer fue criticado por visitar lugares públicos, pese a haber atendido pacientes en Africa.




Craig Spencer tiene 33 años, es un médico estadounidense y ha participado activamente como voluntario de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF). Hace justo nueve días volvió a Nueva York desde Guinea, país africano en el que estuvo prestando ayuda en medio del brote de ébola que afecta a éste y otros tres países. Y el jueves se confirmó que tiene la enfermedad.

Desde ayer, el especialista tiene al menos cinco grupos en Facebook, miles de menciones de Twitter y otros tantos comentarios en medios de comunicación. Algunos son de apoyo, por su voluntariado, pero también hay de recriminaciones, pues lo acusan de una actitud irresponsable con la que podría haber expuesto a más personas al virus.

Sus críticos le reprochan haber viajado en metro, tomar taxis, salir a correr al parque, jugar bowling e ir a restaurantes, pese a haber estado con enfermos de ébola. Sólo cuando el jueves al mediodía aumentó su temperatura corporal y comenzó a sentirse mal, llamó al Hospital Bellevue de Manhattan (centro de referencia para tratar casos) y pidió una ambulancia. Una vez ingresado y confirmada la presencia del virus se inició la búsqueda y seguimiento de quienes han estado con él en los días previos.

El alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, y el gobernador, Andrew Cuomo, dijeron que los neoyorquinos no tienen razón para estar alarmados por el diagnóstico de Spencer, que el médico siguió todos los protocolos y que ninguna persona ha estado expuesta al virus, por lo que no corren ningún peligro.

A través de un comunicado de prensa, Médicos Sin Fronteras dijo que Spencer se controlaba los síntomas periódicamente siguiendo los estrictos protocolos de la organización, y en cuanto su condición de salud cambió dio aviso a las autoridades. También adelantaron que ya iniciaron una exhaustiva investigación para revisar el momento del contagio. Desde marzo, tres miembros del personal internacional de MSF y 21 empleados locales han enfermado de ébola, 13 de ellos fallecieron.

José Manuel Manríquez, académico del programa de Epidemiología de la Escuela Salud Pública de la U. de Chile, dice que mientras no se presenten síntomas de la enfermedad, la persona no transmite el virus, incluso en los dos primeros días con síntomas es difícil que se pueda infectar a otros.

Pero admite que el médico debió ser más precavido, aunque reconoció que los protocolos de cada país son muy dinámicos y han ido cambiando de acuerdo a la contingencia. Dice que hoy no se exige aislamiento para el personal de salud que trata a pacientes con ébola, pero es probable que eso cambie en el futuro.

En España, por ejemplo, para que el alza de temperatura se conside síntoma de ébola, el termómetro debía marcar 38,6°C, pero tras el caso de la enfermera Teresa Romero, se considera sobre los 37,7°.

Para Muriel Ramírez, presidenta de la Sociedad Chilena de Epidemiología, debería ser una sugerencia para el personal de salud tener una observación más controlada que la que se recomienda. No se trata de tenerlos en aislamiento, pero sí pedirles que se queden en casa hasta después de los 21 días desde el último contacto con un enfermo y sólo si no han presentado síntomas frecuenten lugares públicos.

ENFERMERA DE ALTA

Nina Pham, la primera enferma contagiada con ébola en Texas, y que ayer fue dada de alta, fue recibida con un abrazo por el Presidente Barack Obama en una muestra de que una vez sanada, el paciente no contagia. El vocero de la Casa Blanca, John Earnest, dijo que Obama no estaba preocupado por recibirla y tampoco por abrazarla.

La segunda enfermera contagiada, Amber Vinson, también está libre del virus, según los últimos exámenes, y será dada de alta pronto, mientras que Spencer se mantiene estable, pero aislado en el Hospital Bellevue de Manhattan.

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