El agente de los reencuentros

Víctor Navarrro, sargento de Carabineros de Puerto Montt

Víctor Navarrro, sargento de Carabineros de Puerto Montt, ha reunido a 1.636 parientes que, por alguna razón, se separaron.




Me acerqué al sargento Navarro el año 2000 para pedirle ayuda con mi hermana. Estaba desesperado. Le conté que cuando tenía siete años había fallecido mi madre y a los seis hermanos nos separaron", recuerda José Huanel, residente de Puerto Montt, X Región.

Su referencia es a un policía que se ha hecho conocido en la zona. Huanel continúa: "Yo tenía contacto con cuatro hermanos, pero me faltaba mi Yolanda. Pasaron 15 días, hasta que el suboficial me dijo que la habían encontrado en Santiago y que la iban a traer. Nos reunimos todos los hermanos. Y nos cambió la vida".

El suboficial Víctor Navarro Coyopae (54) lleva 16 años buscando personas. No se trata propiamente de casos policiales, sino de aquellos en los cuales, por diversas razones, una madre perdió el paradero de su hijo o de padres que nunca más supieron de sus pequeños.

"Llevo 1.636 reencuentros familiares, lo que suma unas 600 mil personas que han visto cambiadas sus vidas", cuenta el uniformado, quien lleva 34 años en la institución. Lo hace como algo casi anexo a sus funciones en la prefectura de la Décima Zona de Carabineros, en Puerto Montt, donde asiste al general Jorge Karachon. El método exige sentido común, paciencia y algo de suerte. Conoce el caso, verifica los datos y comienza la investigación. Y no todos los finales son felices. "Hay casos en los que he encontrado a las personas, pero una de ellas no quiere saber nada de la otra, y tengo que ser respetuoso y seguir manteniendo ese anonimato, pero la mayor parte de los reencuentros se efectúan y acaban con la gente feliz", comenta.

El caso de José Huanel y su hermana Yolanda fue el primer reencuentro que hizo Navarro. Fue a partir de esa primera piedra que inició esta cruzada. Otro de sus episodios dramáticos fue el de Manuel Miranda Tobar, con domicilio en Santiago.

"Yo me separé muy joven de mi mujer. Tenía dos hijos, ella se quedó con Darío y nunca más supe de ella, hasta que un día quise saber de mi hijo, pero no sabía cómo. Por referencias llegué hasta el suboficial Navarro. Lo encontró a los pocos días", recuerda Miranda. Agrega que "a mi hijo su madre lo echó de la casa a los ocho años. El se fue recorriendo el país y llegó a Puerto Montt. Lo fui a buscar cuando me avisó don Víctor. Hoy es otra persona, un tremendo hombre. Nunca le habían celebrado un cumpleaños. Ahora tiene de todo y está trabajando en la panadería de un amigo".

La semana pasada, Navarro recibió el "Premio Aurora", entregado por la Universidad San Sebastián de Puerto Montt, por su "compromiso con la vida de las personas y valores en sociedad".

"Es muy lindo, en esta región nunca antes una universidad había premiado a un carabinero", dice el suboficial, en su oficina de la prefectura. Hojea unos papeles. Y va por un nuevo caso.

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