Alerta bajo cero: Seguridad en la cordillera

Los accidentes durante la temporada de invierno debido a los deportes de nieve representan una alta tasa de las urgencias médicas en las cercanías a centros de esquí. Para evitar los peligros, la seguridad, equipamiento y responsabilidad del esquiador son vitales para disfrutar sin riesgos.




Lesiones, caídas e incluso la muerte pueden provocar los accidentes en la nieve. En Chile los centros de esquí registran semanalmente entre 12 y 15 accidentes graves durante la temporada invernal. Más aún, los centros médicos reciben a cerca de 150 personas durante este mismo periodo. ¿Qué hacer para no sobrexponerse a los peligros del deporte blanco?

Una situación que ha quedado al descubierto en nuestro país a consecuencia de los accidentes invernales es la falta de medidas de seguridad a la hora de practicar este deporte. Lo principal es usar el equipamiento adecuado. El casco puede ayudar a prevenir 5 de 10 golpes graves en la cabeza. Su 50% de efectividad lo hace un elemento indispensable para esquiar, especialmente en el caso de los niños.

Gustavo Hein, Jefe médico del Servicio de Urgencia de la Clínica Las Condes señala que "es lamentable que en Chile, a diferencia de otros países, no exista una mejor regulación sobre las normas de seguridad que deben utilizar, por ejemplo, los niños al practicar este tipo de deportes... ¡no se les exige que usen casco!"

El alcalde de Lo Barnechea Felipe Guevara, aseguró que sí existe una reglamentación municipal al respecto. En el sector, donde hay cuatro centros de esquí, "El uso de casco no es obligatorio, aunque es algo que se ha ido masificando luego de las campañas que hemos realizado... pero el amarrarse la tabla de snowboard al pie (para evitar que salga disparada) o demarcar y acordonar las zonas peligrosas, sí son exigencias (...) A quien no cumpla se le puede quitar el ticket o multar. Y hay personal municipal que fiscaliza esto permanentemente".

Los golpes en la cabeza y cuello son los más comunes reportados por los centros de emergencia en la cordillera y la lesión cerebral traumática es la principal causa de muerte entre quienes practican este deporte.

"Gente joven y niños hacen deslizamientos a grandes velocidades y, por lo tanto, están expuestos a tener traumatismos de alta energía", agrega Hein, por lo que resulta importantísimo proteger las zonas más delicadas del cuerpo al salir a la pista. Además agregó que es muy importante atender a los pacientes que llegan con heridas graves durante la primera hora en que se produce el accidente para evitar el riesgo vital.

Otra importante medida para no correr riesgos en la nieve es esquiar acompañado. En caso de un accidente la presencia de alguien más podría ser de gran ayuda para estabilizar al herido o alertar sobre una situación de peligro. Se debe tener especial precaución sobre los menores de edad, sobretodo en vacaciones de invierno cuando los centros de esquí reciben más visitantes y los niños pueden perderse. Según el alcalde de Barnechea, Felipe Guevara lo esencial es "la actitud que asumen los padres, su deber de cuidar a los niños, de estar presentes".

Reglas internacionales

Antoine Zwobada es un prestigioso instructor de esquí y director de la escuela "Extreme" de Bariloche. Él señala que "la masificación de este deporte nos debería hacer pensar que es hora de educar y regular con mayor firmeza". Hasta ahora, las reglas impuestas por la Federación internacional de Esquí sólo recomiendan el uso de equipamiento deportivo como el casco, pero en materia de prevención queda mucho por hacer.

"Otro gran avance en materia de seguridad sería poder separar las pistas de aquellas personas que hacen esquí de las que practican snowboard" dice Zwobada. Esto porque los snowboarders no tienen la misma amplitud de visión que tienen los esquiadores y al voltearse sin mirar podrían atropellar a otra persona provocando un accidente. En términos de normativa, las reglas estipulan que "el esquiador o snowboarder que viene de atrás debe elegir su camino de forma que no ponga en peligro al esquiador o snowboarder de adelante", agrega el instructor, admitiendo que son muy pocos los que lo respetan.

En Argentina ya se han comenzado a implementar campañas de autocuidado. Es el caso del centro de esquí Cerro Catedral, uno de los más populares para los trasandinos, donde se les enseña a los niños sobre el respeto que deben tener hacia la montaña.

¿Descuido o falta de prevención?

Lilian Lehyt es instructora y esquía desde los 12 años. Su experiencia en las pistas la ha llevado a pensar que "mucha gente llega a esquiar sin haber siquiera leído la normativa internacional... y en los centros invernales también hace falta una mejor entrega de información: muchos no saben el significado de las banderas o no conocen ciertas normas indispensables para moverse por la nieve".

El descuido de los visitantes existe. De hecho, Antoine Zwobada asegura que "A los inexpertos les gusta la velocidad, se sienten dueños de la pista", dejando en evidencia la actitud de los deportistas. Pero también los centros de esquí deben ser más rigurosos al establecer un reglamento obligatorio para los esquiadores, de manera de que coexista una responsabilidad compartida de ambas partes. "Lamentablemente muchos creen que, como cualquier otro deporte, es llegar y practicarlo... No reciben las advertencias necesarias y luego se accidentan", agrega Lehyt, quién recomienda que las medidas de seguridad que hoy sólo se recomiendan, deberían trasformarse en una exigencia.

De esta forma, aprovechar de hacer deporte en familia teniendo en cuenta las medidas de seguridad necesarias para prevenir accidentes es fundamental para evitar las trágicas consecuencias producto de la irresponsabilidad en la nieve.

Cascos inteligentes para deportistas extremos

Según informa el sitio fayerwayer.com, investigadores de la Northeastern University están creando un casco que podrá medir la intensidad de los golpes sufridos durante las prácticas de ski y alertar a los servicios de emergencia cercanos la gravedad del daño sufrido en caso de accidentes.

El casco inteligente cuenta con un sistema de sensores que miden la aceleración de la caída y una pantalla LCD que muestra el nivel del impacto de acuerdo a una escala de colores.

Para probar su efectividad, los investigadores crearon una copia plástica de una cabeza humana con un "cerebro" que era una bolsa de agua. Una vez puesto el casco, lo botaron al suelo desde diferentes alturas para medir su aceleración.

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